En su discurso de apertura del año judicial, Buteflika anunció la reforma de la Constitución, paso imprescindible para concurrir de nuevo a las elecciones, ya que la Carta Magna establece un máximo de dos mandatos presidenciales de cinco años.
Sin embargo, Buteflika no concretó ni la fecha, ni el objeto concreto de la revisión, cuyo anuncio se esperaba desde hace meses y que ha generado un intenso debate político en Argelia en torno a si debía someterse o no a referéndum.
Sí dijo que será una modificación “parcial y limitada” e indicó que ha “preferido recurrir por el momento” a la vía parlamentaria “alejando la idea de la reforma por la vía de referéndum”, sin por ello “abandonarla”.
“Me ha parecido necesario introducir modificaciones parciales y limitadas, lejos de la profundidad, el volumen y la forma, que yo hubiese querido dar a este proyecto de revisión, lo que habría impuesto el recurso al referéndum”, señaló.
Y explicó que propondrá al Parlamento, tras el informe del Consejo Constitucional -conforme a las disposiciones del artículo 176 de la Constitución-, “enriquecer el sistema institucional con los fundamentos de la estabilidad, la eficacia y la continuidad”.
Este enriquecimiento se articulará -dijo- en torno a “la protección de los símbolos de la gloriosa revolución con el fin de que nada los pueda tocar, alterar o manipular” e incluirá la “reorganización y clarificación de las prerrogativas y las relaciones entre los constituyentes del poder ejecutivo”.
Asimismo, precisó que la reforma “no afectará a los equilibrios de los poderes” y permitirá al pueblo “ejercer su derecho legítimo a elegir sus gobernantes y a renovarles su confianza en plena soberanía”.
“Yo anuncié que no dudaría un sólo instante en consultar al pueblo directamente sobre la revisión constitucional”, reconoció Buteflika, pero añadió que “introducir ciertas correcciones urgentes a algunas disposiciones” era necesario “para garantizar un mejor dominio de la gestión de los asuntos de Estado”.
Además, señaló que el proyecto de revisión constitucional incluye una nueva disposición consagrada a “la promoción de los derechos políticos” de la mujer y a la “ampliación de su representación en los parlamentos a todos los niveles”.
La reforma podría incluir asimismo la creación de una vicepresidencia en el organigrama del Estado, cargo que podría pasar a ocupar el actual primer ministro, Ahmed Ouyahia, lo que facilitaría el proceso de sucesión del actual presidente.
La Constitución argelina, reformada en 1995 bajo la presidencia de Lamin Zeroual, limita los mandatos presidenciales a dos de cinco años para garantizar la alternancia en el poder.
Desde su llegada al poder en 1999, Buteflika no ha dejado de repetir que la limitación de mandatos “no le convenía”, aunque expresó su voluntad de someter a referéndum su posible modificación.
La legislación argelina estipula que la reforma de la ley fundamental debe ser aprobada al menos por tres cuartas partes de los miembros de las dos cámaras del Parlamento.
Varias fuerzas políticas argelinas se han pronunciado ya a favor en los últimos meses de reformar la Constitución para permitir un tercer mandato del actual presidente.
Buteflika, de 71 años de edad, lleva nueve años en el poder tras ganar las elecciones presidenciales de abril de 1999 y de abril de 2004, con el 73,79 y el 83,49 por ciento de los votos, respectivamente.