Ante la mirada atenta del primer anillo del Gobierno, el obispo Ricardo Valenzuela dirigió en su homilía líneas especiales a los representantes del sistema judicial, a quienes pidió mayor transparencia y honestidad al momento de dictar justicia.
“Hace tiempo venimos reclamando un saneamiento de nuestros Tribunales; es necesario que, en nuestro país, los jueces y fiscales recuperen credibilidad”, expresó Valenzuela.
El religioso refirió que es de “dramática urgencia” la vigencia de una Justicia respetable y eficiente, dado que los Tribunales son los que deben asegurar el derecho y la convivencia.
“Ninguna paz es estable mientras no se asegure una justicia incorruptible, competente, eficaz. Si no, ¿adónde acudiremos?¿Volveremos a hacer justicia por mano propia? La recta administración de la Justicia es la máxima aspiración del hombre”, acentuó.
La homilía fue escuchada atentamente por el presidente de la República, Mario Abdo Benítez, quien asentía cada tanto a lo señalado por Valenzuela. A la derecha del primer mandatario, la fiscala general del Estado, Sandra Quiñónez; y la izquierda de Marito, el presidente de la Corte, Eugenio Jiménez Rolón, se mantuvieron serios durante toda la misa.
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Valenzuela dijo que la ciudadanía vive en constante angustia debido a la orfandad e inoperancia del sistema judicial, lo que muchas veces les hace imposible encontrar refugio en una ley justa.
“Es urgente el respeto a la verdad y a la persona humana”, aseveró el obispo, al tiempo de hacer hincapié en la necesidad de una Justicia insobornable y de pedir practicar la honestidad, como una virtud moral y cívica precisa para el hombre.
“Cuando la deshonestidad se instala, y se empodera especialmente en la administración pública, no hay recursos que lleguen para programas de desarrollo y de mejora de las condiciones de vida del pueblo”, aseveró.
Sobre el punto, refirió que grandes cantidades de caudales de dinero desaparecen por “canales y mediante concursos amañados”, haciendo referencia en especial a los procesos licitatorios.
El obispo pidió a las autoridades la aplicación de este valor en el manejo de la cosa pública, proyectos, presupuestos y la profesión.
Consideró que para tener el “Paraguay que tanto soñamos”, la honestidad también debe ser propagada por todos los ciudadanos.
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“Sin honestidad, sin transparencia, sin pureza de intenciones y limpieza en las acciones, ¿cómo vamos a construir el país que soñamos?”, precisó.
Más de 1.500.000 feligreses arribaron este domingo hasta la Villa Serrana, en cumplimiento a las promesas hechas a la Virgen de Caacupé. Cada 8 de diciembre una multitudinaria cantidad de paraguayos asiste a la mayor fiesta mariana del país.