En el tercer día del novenario de la Virgen de Caacupé, con el tema La eucaristía y la llamada a la santidad de los laicos, Guillermo Steckling, obispo de Ciudad del Este, durante su homilía dio ejemplos de modelos de santidad y recordó a la beata María Felicia de Jesús Sacramentado, más conocida como Chiquitunga.
El religioso instó a llevar una vida laica de santidad, ya que el mundo debe ser transformado por los laicos. “No solo puedo ser santo, tengo el deber de ser santo. El mundo debe ser transformado. A veces nos duele el ambiente que nos rodea y esto no puede seguir así”, expresó.
Steckling manifestó que la santidad de los laicos puede “sonar un poco extraño” porque la idea puede estar distorsionada. “Hay santos que vivían su vida en constante contemplación de Dios, pero no todos son así. La Palabra nos propone como modelos de santidad a personas como san Pedro, Pablo o Tomás. Un caso especial es nuestra beata paraguaya”, manifestó.
En ese sentido, indicó que María Felicia de Jesús Sacramentado, más conocida como Chiquitunga, dejó un ejemplo de 15 años como laica.
En otra parte, el representante de la Iglesia Católica también habló sobre la expulsión de los indígenas de sus tierras, específicamente, de los nativos de Alto Paraná. Cuestionó este tipo de hechos y se preguntó dónde están las leyes que los protegen.
Puede leer: Novenario de Caacupé se abre con fuerte crítica a desalojos y criminalización de lucha por la tierra
“Ayer caminando hacia Caacupé me llega la noticia de nueva expulsión de indígenas de Alto Paraná de la comunidad Cerrito. ¿No se les puede dar un lugar, no se pueden aplicar las leyes que los protegen?”, se preguntó.
Ya casi al finalizar su homilía, de nuevo hizo hincapié en la santidad laica y sostuvo que “felizmente hay ejemplos entre nosotros”.
“Ahí está el mecánico que le da trabajo a un joven para salvarlo de las malas influencias, una vecina que se ocupa de un anciano abandonado, el juez justo que aplica una ley a favor de la gente pobre, aunque otros lo van a desaprobar o presionar”, finalizó.
Este 2021, de cara a la fiesta mariana que se celebrará el próximo 8 de diciembre, se espera que miles de peregrinos lleguen hasta la capital espiritual del país, tras prohibirse por la pandemia del Covid-19 y para ello al menos 6.000 policías estarán abocados a custodiar a los peregrinos.