En la primera misa dominical del 2022 en la Basílica Menor de Caacupé, el presbítero Pedro Kühlcke, del Movimiento de Schoenstatt, recordó el nacimiento del niño Jesús e instó “a acercarnos a Dios” con la realidad que a cada uno le toca vivir.
Durante su homilía también recordó que en estos días celebró misa en una cárcel para menores y que en ese lugar los jóvenes armaron un pesebre con piezas viejas y una de ellas se encontraba rota.
“Así roto (la figura de uno de los reyes magos) estaba al lado de las otras piezas y yo me quedé admirado porque era todo un símbolo de esos jóvenes carenciados, con sus vidas rotas y quebradas, pero que con tanto cariño estaba junto a ese pesebre humilde”, expresó el padre.
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Al respecto, invitó a los fieles a identificarse con alguna de las figuras del pesebre.
“Si tuvieras que identificarme con alguna figura del pesebre quién serías, en este momento de mi vida con lo que me toca vivir, con los desafíos, las alegrías, lo que estamos, lo que nos cuesta, pandemia, trabajo, corrupción”, se preguntó.
En ese sentido, dijo que la Navidad “nos recuerda que somos hijos amados de Dios y por eso nosotros también podemos portar una corona”, pero que también “estamos invitados a acercarnos, como los reyes, con regalos al niño Dios”.
“Al niño Dios quizá le falta nuestros propósitos de cambios de crecimiento, de aspiración más seria la santidad, nuestros propósitos de ser evangelizadores”, expresó y pidió “llevar su alegría a los más necesitados de su amor”.