Cada paraguayo por año produce cerca de siete kilos de desperdicios solo electrónicos, sin incluir los eléctricos, según el informe del Observatorio Mundial de los Residuos Electrónicos 2017.
El almacenamiento de este tipo de desechos en la propia vivienda llega al 36%, mientras que la disposición final en vertederos es preferencia para un 10%. La reventa y el regalo a terceros alcanza a más de la mitad de los casos, indica una investigación realizada por la Universidad Católica Nuestra Señora de la Asunción (UCA), sobre la situación de los deshechos de aparatos electrónicos obsoletos en el país.
El estudio revela también que más del 50% de las instituciones públicas disponen de residuos electrónicos de todo tipo (a excepción de celulares corporativos), en algún sitio de resguardo.
Las impresoras y las computadoras de escritorio representan la mayoría de los residuos de oficina. Además, el 65% de los entes públicos poseen desechos generadores de pasivos ambientales de consideración, como son los monitores TRC (tubos de rayos catódicos), en sus depósitos.
En el caso de las empresas privadas encuestadas, en zona de Asunción, señalan que los residuos, sobre todo computadoras en desuso, no tienen un destino final seguro en las compañías.
El 30% afirma que son entregados al recolector de basura, mientras que un 24% almacenan dichos residuos. Una cuarta parte de las empresas repara y reutiliza sus aparatos electrónicos.
La investigación fue presentada ante la Comisión de Infraestructura de la delegación paraguaya del Parlasur. El parlamentario Ricardo Canese señaló que trabajarán para impulsar, a nivel Mercosur, la compatibilidad de reglamentaciones sobre la gestión de estos residuos. También plantean la revisión de la normativa para generar propuestas que luego sean acercadas al Ejecutivo y al Senado, ya sea para reglamentación o leyes.
NORMATIVA. Si bien existen normativas sobre la gestión de residuos en el país, no se cuenta con una ley específica sobre aquellos que son eléctricos y electrónicos. Por ello, técnicos de la Universidad Católica de Asunción señalan, como parte de la conclusión, la necesidad de un marco regulatorio específico. Pues no todo es reciclable o peligroso.
Como parte de la propuesta, indica que la recolección de este tipo de residuos deberá ser selectiva “por operadores o por los medios logísticos del productor o generador, bajo su responsabilidad, para ser transportados y entregados de manera segura a los productores, centros de acopio o a operadores de tratamiento o disposición final registrados, según los sistemas de manejo o planes de manejo autorizados”.
65 % de entes públicos poseen desechos generadores de pasivos ambientales de consideración, según estudio.
50 % de los encuestados en viviendas afirman vender o regalar los aparatos electrónicos que ya no funcionan.
Buscaremos compatibilizar normas a nivel Mercosur, por el ambiente y para que sea fuente de materia prima. Ricardo Canese, Parlasur.
Hay un pasivo ambiental en torno a cantidad de aparatos que están en depósitos de empresas y hogares. Roberto Lima, UCA.