Porque el Ciclón ya quedó sin argumentos para sacar adelante la complicada situación que se instaló en el barrio, prolongando una agonía en materia de juego, volviéndose a estrellar, como reflejando en su propuesta ir soltando de a poco la lucha por el campeonato.
Falta de resolución y carente de rebeldía, el Azulgrana nunca pudo ser merecedor del triunfo ante un sólido y comprometido equipo auriazul, que saborea el punto vital en su lucha por su primer objetivo, que es consolidar la permanencia.
Si bien Cerro fue el que propuso de inicio, la intensidad no pudo ser sostenida, en la complementaria volvió a ser el equipo errático y sin soluciones claras desde la conducción para buscar alguna alternativa que cambie el rumbo de las acciones, intentando cierta reacción, después de perder el control en el marcador, ya que en el desarrollo nunca se logró imponer con autoridad.
Quedando solo cuatro por jugar, el objetivo es cada vez más lejano, no solo por los puntos de distancia que se amplían a favor del Guma, sino por la pérdida de memoria por parte de referentes, que no saben cómo resolver cuestiones tácticas para vencer.
Cerro se volvió a frenar con empate ante Luque y quedó a 7 de Libertad.
Pablo Aguilar
Impuso su jerarquía para dominar la zona defensiva y mover el esquema de su equipo, para presionar desde su posición.