En el marco de la investigación de la Fiscalía y Policía, que busca detectar un lote de 22 armas de fuego que desaparecieron del depósito de la Dirección de Materiales Bélicos (Dimabel), ayer fueron detenidos tres militares.
Se trata de los suboficiales Rodrigo Eugenio Arrúa Moreno, Octavio Daniel Arrúa Giménez y Milciades Miranda Cáceres. Todos ellos fueron imputados por los delitos de quebrantamiento de depósito y manipulación de graficaciones técnicas.
Al respecto, la fiscala Alicia Sapriza explicó que tras la solicitud a la Dimabel de un lote de 22 armas de fuego pertenecientes a pruebas incautadas en un operativo contra el crimen organizado en el 2018, la Dirección entregó 24 armas de fuego, 7 fusiles, 3 de ellas carneadas y 16 pistolas calibre 9 mm, pero que 4 de ellas son réplicas, tipo aire comprimido. También estaban borrados y adulterados los números de series, señaló la fiscala, por lo que se pudo constatar que en la mayoría de las armas entregadas no corresponden a la causa solicitada por el Ministerio Público.
“Son armas incautadas en operativos contra el crimen organizado que debían estar en el depósito de la institución que debe velar por ellos, pero se van a parar nuevamente al crimen organizado. Es evidente que no van a parar a un museo, por eso es preocupante”, dijo el fiscal Marcelo Pecci.
Sobre el punto, el agente mencionó que la Dimabel no lleva un control detallado de las armas que se encuentran en su depósito con sus causas. Resaltó que en esta causa faltan 2 fusiles, 4 armas que fueron sustituidas por réplicas y 3 pistolas que no coinciden con sus números de series.
Precisó que hasta el momento, el ex director de la Dimabel, Pedro Rubén Vallejos, quien fue cambiado por la desaparición de las armas, no está siendo investigado.
Para el comisario Sergio Insfrán, llama la atención que militares no distingan una pistola calibre 9 mm de una pistola de aire comprimido.
El 4 de octubre pasado ya se realizó un allanamiento en la sede de la Dimabel, tras la desaparición de fusiles de guerra y pistolas, que fueron incautados del grupo criminal Comando Vermelho y habrían sido utilizados en el rescate del líder narco Teófilo Samudio, alias Samura, en setiembre del 2019, en la Costanera Norte, en Asunción.