Al mismo tiempo, continúa la operación para recuperar los seis cuerpos restantes, añadió la citada fuente en una rueda de prensa.
Los especialistas en sustancias químicas que han rastreado la zona del siniestro no han hallado sustancias peligrosas, algo que tranquiliza a las autoridades de la zona, pues por la mañana los drones que analizaron desde el aire el lugar del siniestro habían detectado una sustancia blanca de origen desconocido.
El avión estrellado el sábado por la noche entre los pueblos de Paleochori y Antifilipi era un Antonov AN-12 fletado por una compañía serbia a una aerolínea ucraniana y transportaba 11,5 toneladas de munición de entrenamiento para morteros.
Según informó el ministro de Defensa serbio, Nebojsa Stefanovic, el avión partió a las 20:40 hora local (18:40 GMT) desde la ciudad de Nis hacia Dhaka en Bangladesh, con escalas en Amán y Riad.
Los ocho tripulantes eran ucranianos y todos fallecieron en el accidente, cuyas causas se desconocen por ahora.
Stefanovic subrayó que la operación era totalmente legal y había contado con la aprobación del ministerio de Defensa de Serbia.
El piloto había informado de un fallo en un motor, por lo que pidió autorización para un aterrizaje de emergencia, lo que finalmente no consiguió al incendiarse el propulsor en cuestión.