Una de las últimas resoluciones del Banco Central del Paraguay (BCP) dejó en evidencia la situación de pérdida de valor por la que están atravesando las tierras que se utilizan para la producción, motivo por el cual se dio un periodo más prolongado a los bancos para que se deshagan de estos bienes sin que tengan que efectuar previsiones.
Carlos Fernández, ex presidente del BCP y directivo del banco Basa, explicó que este fenómeno se relaciona con la caída de los precios internacionales de los productos de exportación, ya que el valor de los inmuebles se calcula según la productividad. En ese sentido, consideró que con la medida del BCP se evita que la devaluación se profundice, ya que los bancos no tendrán necesidad de salir a realizar ventas apresuradas.
Coincidieron con Fernández los productores Héctor Cristaldo, presidente de la Unión de Gremios de la Producción (UGP), y Cristi Zorrilla, dirigente de la Coordinadora Agrícola del Paraguay (CAP) filial Caaguazú. En promedio, el valor de una tierra productiva es de USD 7.000 por hectárea. Este año, hubo casos de productores que vendieron a USD 5.000 por hectárea, 30% menos, comentaron los propios productores.
“Estamos en el camino correcto, esto está bien encaminado”, dijo Cristaldo con respecto a las diversas medidas que adoptó el BCP como parte del plan de reactivación económica. Específicamente con respecto al tema de devaluación de las tierras productivas, señaló que con esto se tendrá mayor previsión de las propiedades y habrá mayor flexibilización para los propietarios.
Zorrilla, a su vez, recordó que desde el año pasado se empezó a sentir la devaluación de la tierra como efecto de los bajos precios. “En el ambiente de los negocios se supo que el productor no podría descapitalizarse, entonces se vio el tema de las tierras como oportunidad de negocios (…). Hubo grupos de productores que venían acumulando deudas y que entregaron sus tierras a empresas que le financiaron su producción”, explicó.
Los valores del negocio, con el precio de la soja y luego la producción, fueron bajos en la última campaña y por ende algunos productores tuvieron que negociar para cumplir con sus deudas”, continuó. No obstante, no fueron la mayoría, aseguró Zorrilla: “Son algunos los que tuvieron que pasar por esta situación”.
Los casos de venta de tierras fueron contados y extremos, porque antes se vendieron maquinarias y otros bienes, también a valores mucho menores, por la urgencia de cumplir con las deudas, señaló.