La Caja Fiscal informó que, mediante controles masivos que viene implementando, se comprobó que las mismas prestan funciones en instituciones públicas. Algunas de ellas, incluso, son jubiladas de la Caja Fiscal.
La titular de esta dependencia, Liz Del Padre, indicó que mediante estos procedimientos se busca mejorar el uso de los recursos públicos y que los beneficios fiscales lleguen a personas que realmente necesitan. Mencionó que con esta medida el Fisco se ahorrará unos G. 380 millones de forma mensual.
Posteriormente, en una segunda fase, las personas bloqueadas serán excluidas de la planilla oficial y sus casos pueden ser derivados a la Fiscalía, de acuerdo con la responsable de la Caja Fiscal.
Recordemos que existe una normativa al respecto, que es la Ley N° 847/1980 del Estatuto Militar. En el artículo 163 del mismo se establece que la pensión para las hijas herederas de militares se otorga si estas son solteras, dependientes de su padre y su muerte las deja sin suficientes medios o recursos para subsistir.
Los más notorios. Además de Nimia Da Silva, funcionaria de Cancillería y con un ingreso de G. 73 millones mensual, se encuentra el caso de Bettyna E. Levy, quien presta servicio en el Ministerio de Agricultura y Ganadería, con un sueldo de G. 21,2 millones. Alicia Pedrozo, al servicio del Poder Judicial, por su parte cobra G. 20,4 millones.
Ninguno de estos casos amerita que perciban pensión en concepto de hijas solteras de militares, puesto que tienen un sustento y gozan de sueldos sustanciosos en la función pública.
También está en la lista Marilín V. Rejala, quien fue diputada por la ANR en representación del Departamento de Presidente Hayes y figura actualmente como funcionaria de Cancillería, con un sueldo de G. 16 millones; además de otro caso llamativo: el de María José Maldonado Gómez, con ingreso de G. 12,5 millones al servicio del Poder Judicial. Esta última fue Miss Paraguay.
En las redes aparecieron posteos con fuertes críticas hacia las mujeres que seguían recibiendo el privilegio, cuando que se desempeñan –en muchos casos– en cargos de trascendencia, o son médicas cirujanas, como una funcionaria del Instituto de Previsión Social. Incluso, se menciona que algunos subsidios mensuales llegaban a G. 7 millones.