El senador colorado Juan Carlos Galaverna se puede considerar como un saltimbanqui de la política, que se fue ubicando en los distintos movimientos de su partido con un gran olfato del poder.
Pasó por varias carpas, y fue uno de los artífices de la incursión a la política del empresario Horacio Cartes para lo cual tuvieron que adecuar hasta el estatuto partidario.
Su apoyo fue clave para que el líder del movimiento Honor Colorado llegue a la presidencia de la República, pero luego vino el desamor.
Entonces, el veterano Calé apostó por su colega, en ese momento, Mario Abdo Benítez, para la Presidencia de la República, y la balanza del poder se inclinó a favor del actual mandatario.
Para estas internas, de diciembre pasado, resolvió sumarse al equipo político de HC, y volvió a tener su momento de fama en el acto de presentación de las candidaturas, días pasados.
Con esta decisión, la intención de Galaverna es asegurar un lugar en el Senado para su hijo Nano Galaverna, actual diputado, quien no demuestra la misma fuerza que llegó a ejercer el padre.
Calé fue catalogado como el “ladrón confeso de elecciones”, luego de haber admitido que hizo trampa en los comicios del 92, favoreciendo al empresario Juan Carlos Wasmosy, y perjudicando a Luis María Argaña, ya fallecido.
Tras varios años, por este hecho, apenas fue amonestado en la Cámara Alta con una suspensión de 60 días sin goce de dieta.
Fumador empedernido y verborrágico, algunos lo consideran incluso un monje negro, ya que siempre está detrás del teje y maneje de la política criolla paraguaya.
El parlamentario no se destaca justamente por su producción legislativa que fue bastante escasa. En este último periodo, que se inició en el 2018 y culmina en julio de este año, presentó y acompañó solamente 5, dos de ellos pensiones graciables.
Desde su pase al cartismo, en estos últimos tiempos, prácticamente se llamó a silencio y tuvo contadas intervenciones en el Senado.
Varios de sus colegas comentaron que la decisión de seguir con las sesiones virtuales estaba vinculada a la salud de Galaverna.
Otro de los escándalos en los que estuvo involucrado tenía que ver con el Club 24 de Mayo de Ypacaraí, en donde Calé era dirigente. Los integrantes figuraban como planilleros en el Tribunal Superior de Justicia Electoral.
Reacio a la prensa, a cuyos propietarios despotrica, había ganado una millonaria demanda contra ABC Color.
La condena fue por delito de calumnia, por una serie de publicaciones, relacionadas al vaciamiento del Banco Nacional de Fomento (BNF).
Sin duda, su punto de quiebre había sido aquél polémico video hot en el que aparecía con un par de funcionarias del Congreso, que el mismo se encargó de filmar, y posteriormente se viralizó.
En un principio, se llamó a silencio, pero luego hasta leyó una carta en el atril de la sala de sesiones del Senado y apuntó el dedo acusador hacia sus correligionarios Óscar González Daher, ya fallecido, y Javier Zacarías Irún, con quienes mantuvo disputas.
Llamativamente, después de este escándalo salieron a luz una serie de audios que involucraban a OGD en hechos de uso indebido de influencias, ya que era representante del Senado y presidente del Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados.
Esto significó la muerte política del poderoso líder luqueño, ya que fue expulsado del Congreso, y aunque volvió a figurar y ganar en la lista para este periodo en la Cámara Alta, se vio obligado a renunciar a su banca. Fue condenado y luego falleció.