La investigación, llevada a cabo por diferentes departamentos de la Universidad de Pennsylvania, y publicada en la revista Proceedings de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos, ha trabajado con escenarios de aumento de la temperatura global de entre 1,5 y 4 grados para identificar en qué zonas del planeta se darían niveles de calor y humedad por encima de los umbrales de tolerancia humana.
Los científicos han realizado 462 experimentos distintos para documentar los niveles combinados de calor, humedad y esfuerzo físico que pueden resistir las personas sin perder el control de la temperatura central de su cuerpo.
Con base en ellos, han situado en 31 grados, con una humedad del 100%, el límite de tolerancia climática para una persona joven y sana; un umbral que iría variando cuanto menos cumpla la persona esos dos condicionantes.
“El ser humano suda y bombea más sangre a la piel para poder mantener su temperatura corporal estable cuando tiene calor. Pero a ciertos niveles de humedad y calor, el cuerpo es incapaz de realizar esos ajustes y la temperatura central del cuerpo empieza a subir. Si la persona no encuentra una forma de refrescarse rápido en ese momento podría sufrir un golpe de calor y hasta un infarto”, explica Harry Kenney, profesor de Fisiología en la Universidad de Pennsylvania y coautor del estudio.
Hasta ahora, ese límite solo se ha superado durante unas horas en algunos lugares del Sudeste asiático y Oriente medio, y esto se ha traducido en infartos, insolaciones y otras dolencias significativas asociadas a esas condiciones climáticas.
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Pues bien, los resultados del estudio indican que si las temperaturas globales aumentan 2 grados por encima de los niveles preindustriales, los 2.200 millones de habitantes de Pakistán y el valle del río Indo en la India; los 1.000 millones de personas que viven en el este de China y los 800 millones de habitantes del África subsahariana experimentarán anualmente muchas horas de calor de alta humedad que superarían la tolerancia humana.
Se trata, como han destacado la atención los investigadores, de regiones en países de renta media-baja, donde la inmensa mayoría de las personas afectadas no tendrían acceso ni a aire acondicionado ni a ninguna otra forma eficaz de mitigar los efectos adversos del calor húmedo para la salud.
Por su parte, en un escenario de incremento global de 3 grados, prácticamente toda América del Sur, y la costa este y el centro de Estados Unidos alcanzarían unos niveles de calor y humedad que superarían los umbrales seguros para las personas un número significativo de días al año.
Los datos utilizados en este estudio han tenido en cuenta la temperatura central del cuerpo, pero los investigadores han indicado que, durante las olas de calor, las personas también experimentan problemas de salud por otras causas.
Al mismo tiempo, han advertido de que el modelo usado sirve para predecir tendencias, pero no hablan de sucesos concretos, como olas de calor, que como se viene viendo incrementan notablemente la mortalidad allá donde se producen.
Fuente: EFE