La decisión de Paraguay, que se materializará entre el domingo y el lunes próximos, de mudar la representación diplomática en Israel de Tel Aviv a Jerusalén coloca a nuestro país al margen del derecho internacional, “nos aísla del mundo y tendrá como consecuencia el deterioro en nuestras relaciones con el mundo árabe, minando de esta manera el proceso de paz que se lleva a cabo en esa región desde hace varias décadas”, analiza el ex canciller nacional doctor Héctor Lacognata (2009-2011).
En su opinión, tal decisión debe ser rechazada y repudiada “por su torpeza e irresponsabilidad”, más aún cuando no se han explicitado motivos o razones para la toma de esta resolución.
El miércoles pasado, la Cancillería Nacional confirmó en un escueto comunicado que inició el proceso de ejecución de la decisión presidencial de traslado de la Embajada del Paraguay en Israel a la ciudad de Jerusalén. Y que en tal sentido impartió las instrucciones correspondientes a la representación diplomática en Israel, a cargo del empresario Max Haber, para dicho efecto.
Esta iniciativa, dice el doctor Lacognata, implica reconocer a Jerusalén como capital de Israel, planteamiento rechazado por 128 países en la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) cuando en diciembre pasado, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, anunciaba una decisión en ese sentido. En el Consejo de Seguridad de la ONU, EEUU votó en solitario por esta iniciativa, con el rechazo de los demás 14 miembros, resalta.
“La ciudad de Jerusalén ha sido uno de los puntos de mayor importancia en los diálogos de paz que buscan darle fin al conflicto en la región. La ONU ha votado en varias ocasiones sobre las medidas que se deben adoptar respecto a la ciudad. Así, la Resolución 181 de la Asamblea General de este organismo dispuso en 1947 la administración de Jerusalén bajo un régimen internacional especial, administrado por la ONU”, indica.
Además, la Resolución 194 estableció que en concordancia con la asociación de la ciudad con tres religiones universales, se debería dirimir su estatus de manera especial y separada respecto al resto del territorio, por lo cual se dispuso que la ciudad estuviera bajo el control efectivo de la ONU.
“La decisión muestra la inconsistencia de la política exterior de Horacio Cartes y su canciller, Eladio Loizaga, atendiendo a que el 27 de enero de 2011 el Gobierno del Paraguay expresaba su reconocimiento del Estado de Palestina como libre e independiente. Esto incluye la situación de Jerusalén”, dice. Para el ex ministro de Relaciones Exteriores hoy Paraguay ha dado la espalda a la región, considerando que los demás países del Mercosur han decidido ratificarse en su respeto al derecho internacional. “Horacio Cartes ha resuelto alinearse a Israel y EEUU, despreciando la soberanía que debería tener nuestro país en materia de política exterior”, expresa.
Lacognata considera que la “temeraria decisión” adoptada por Estados Unidos y que emularán Paraguay y Guatemala podría llevar además a varios Estados a acudir a la Justicia internacional.