EFE| Mateo Sancho Cardiel
Cada vez que un niño protagoniza una película, el director siente la necesidad de formar un extraordinario plantel de secundarios para cubrir las posibles carencias de la estrella infantil y Annie, que se estrena el próximo fin de semana en España y en febrero en Argentina y Brasil, no es una excepción.
Bien es cierto que la pequeña Quvenzhané Wallis tiene, a sus 11 años, la nominación al Óscar que nunca llegó para Cameron Díaz (la consiguió por Beasts of the Southern Wild) y que, de todo el reparto, fue la única que estuvo nominada por Annie a los pasados Globos de Oro, por encima del oscarizado Foxx.
Pero en esta nueva versión, dirigida por Will Gluck, quizá los actores adultos hayan sido los que más han disfrutado recreando el que fue un hito para los niños de una generación, la de principios de los ochenta, a la que sí pertenece Díaz y, aunque por los pelos, también Foxx.
La actriz de There’s Something about Mary lo explica a Efe. “Es algo que recuerdo de mi infancia y creo que es multigeneracional. Ha sido un honor interpretar a Miss Hannigan, que es un personaje que la gente ama. Y, además, interpretarla no solo para las generaciones que la amaron, sino para una nueva generación que ve Annie por primera vez”.
Efectivamente, esta Annie viene con la cara muy renovada: para empezar, su protagonista cambia la palidez británica por una niña negra en Harlem. Para seguir, las famosas canciones como Tomorrow han sido arregladas por Sia. Y, para terminar, las redes sociales, las telecomunicaciones y la política actual entran como personajes intangibles.
Este último aspecto viene de la mano del papel de Will Stacks, que interpreta Foxx, que es un magnate de las telecomunicaciones y alcalde de la ciudad de Nueva York (en claro paralelismo a Michael Bloomberg) y que empieza utilizando a la pequeña para su campaña por renovar mandato.
El ganador del Óscar por Ray, en cambio, dice a Efe que se inspiró no tanto en Bloomberg como en el polémico rapero Sean Combs, antes conocido como Puff Daddy o P. Diddy.
"¿Bloomberg?”, dice Foxx fingiendo estar sorprendido. “Mi alcalde es más estilo P. Diddy. Pienso en él cuando en los 90 estaba desgarrando el mundo y el cambio que dio cuando tuvo a esos gemelos, cómo mostró al mundo esa ternura”, explica el actor.
En un reparto de cantantes no profesionales, en el que también figuran Rose Byrne y Bobby Cannavale, Foxx aporta un toque de hip hop más profesional (no en vano cuenta con dos premios Grammy en su repisa) y confiesa que el rodaje fue un momento de disfrute antes de meterse en Mean Business on North Ganson Street con Leonardo DiCaprio o The Trap, la nueva cinta de Harmony Korine.
Pero para Cameron Díaz, si bien disfrutó porque dice que "¿a quién no le va a gustar un papel grosero, que grita y gesticula?”, poder entonar las canciones era una tarea más complicada.
Todo el mundo recuerda su terrible voz en My Best Friend’s Wedding, donde a pesar de todo enamoraba a Dermot Mulroney, pero partiendo de ese recuerdo, se relajó al pensar que cualquier sonido que saliera de su boca sería un avance.
“No era muy difícil hacerlo mejor que eso. Solo tienes que esforzarte un poco. Pero, afortunadamente, en esta película trabajé con profesionales que me ayudaron a encontrar la mejor voz que yo podía ofrecer”, concluye.