El líder del Partido del Movimiento al Socialismo (PMAS), Camilo Soares, destapó una serie de denuncias en contra del clan Ferreiro, integrado por el intendente de Asunción, Mario Ferreiro, y el ex senador de Avanza País, Adolfo Ferreiro.
Dio cifras, modus operandi, así como detalles íntimos de cómo, presuntamente, el intendente se fue alejando del dirigente del PMAS tras recibir críticas a su gestión.
La principal denuncia radica en que, para financiar parte de los gastos que significó el arribo de Ferreiro a la política, Camilo debió hipotecar su casa y que, pese a un compromiso, ya no tuvo ayuda para saldar la deuda contraída.
“Mario entró a la arena política a través de una iniciativa mía. Lo saco de los medios y le doy el empujón para que se meta”, empezó diciendo y acotó que el ingreso de Ferreiro en la política no fue gratis, sino costoso.
Solo para salvaguardar “el nivel de vida” de Ferreiro –durante su salida de los medios– y para la campaña de 2013, Soares señaló que le entregó unos G. 350 millones “o si no, Mario no se lanzaría”, aseguró.
“Como el gobierno de Fernando Lugo acababa de caer, no teníamos forma de ayudarlo, entonces Mario plantea que él tenía que mantener el nivel de vida que tenía y que no podía hacer política si es que no se le garantizaban temas como su seguro médico en el Sirio Libanés, que tenía que mantener a todos sus hijos y sus vacaciones en Punta del Este. Así, literalmente. Nadie se ponía para ayudarle, ni siquiera su hermano (por Adolfo), envuelto en ese entonces en un gran negociado de Petropar”, resaltó.
Soares aseguró que le convencieron de conseguir mediante un usurero el dinero, pero que a cambio debió poner como prenda su casa familiar –que paga a cuotas–, la cual está hipotecada y tiene demanda de desalojo, porque no se pagaron las deudas contraídas. Refirió que fue G. 350 millones la suma que entregó.
Tras esto y para las municipales, Mario volvió supuestamente a pedirle USD 400.000, pero esta vez mediante otro préstamo, Camilo entregó solo G. 100 millones a la campaña.
De todo esto, Camilo aseguró que el intendente solo le desembolsó tras mucha insistencia G. 50 millones, lo cual le sirvió al político de izquierda para saldar otra deuda y ayudar a su hermana, la que sufriría de cáncer y vive en Córdoba, Argentina.
“Les desafío públicamente a que muestren que miento”, señaló Soares. Quisimos hablar con los Ferreiro, pero no contestaron los llamados.