Llamadas, grabaciones y una reunión donde lo obligaron a desvestirse son parte de los detalles que reveló Camilo Soares, dentro de su denuncia ante el Ministerio Público y que también dejó al descubierto un supuesto esquema de recaudación paralela dentro de la Municipalidad de Asunción, en el que estaría involucrado el intendente Mario Ferreiro.
En contacto con Monumental 1080 AM, el ex ministro de la Secretaría de Emergencia Nacional dio a conocer cómo obtuvo las pruebas con las que pudo sustentar la denuncia contra funcionarios de la Comuna capitalina.
“Francisco Florentín se me acercó hace un año a mostrarme el grupo de WhatsApp y los documentos, pero él tenía miedo y yo no tenía nada que ofrecerle; yo no le podía decir te voy a poner abogado, no tenía nada. Y le digo: te agradezco mucho, entiendo tu situación”, narró.
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De acuerdo con la versión de Soares, al no contar con las pruebas sobre la presunta recaudación paralela para presentar una denuncia ante la Fiscalía, decidió advertir a Ferreiro sobre lo que ocurría.
“Yo le encaro a Mario (Ferreiro), le digo: Mirá chera’a, hay denuncias muy fuertes, ustedes están recaudando plata, se están enriqueciendo, están tus dos sobrinos, los hijos de tu hermano Roberto Ferreiro, ellos están en el tema de recaudación paralela, está Marcelo Mancuello”, refirió.
El sociólogo describió que poco tiempo después de dichas comunicaciones su situación económica empeoró y le fue embargada su casa, con lo que supuestamente por temor a que hable con la prensa el ex jefe de gabinete Carlos Marcelo Mancuello y un intermediario de Ferreiro, Víctor Bogarín que, según Soares, “amañó licitaciones”, se reunieron con él para alquilarle una casa a cambio de su silencio.
“Mario (Ferreiro) en ningún momento puede decir: ‘yo no sabía nada’, porque además hay un intercambio de comunicaciones con Mario, él sabía”, reveló.
Según Soares, posteriormente fue convocado a una reunión en la oficina de Víctor Bogarín. “Antes de entrar me hacen bajar el pantalón para saber si yo no tenía un micrófono para grabar”, contó.
Prosiguió: “Yo accedí a eso, pero ya con una rabia contenida internamente por la humillación que me hacían pasar y gracias a que algunas personas me facilitaron un dispositivo bastante más moderno para grabar, y le grabé a Mario y tengo eso”, señaló.
Soares sostuvo que Ferreiro le pidió que guarde silencio y no comentara nada de lo que Florentín le había enseñado.
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“Mario (Ferreiro) dice que necesitan tiempo y silencio porque estaban haciendo algunos negocios para pagar aquello y pagar allá, y eso. Negocios que son alcantarillados públicos, tercerización tributaria que es un proyecto tan conflictivo que está en la Corte Suprema de Justicia, y yo espero que en la Corte escuchen este tema y sepan que allí hay un gran negociado”, confesó.
Sobre la reunión que se habría desarrollado en el mes de mayo, apuntó que todo puede ser comprobado por medio de las telefonías, donde se corroborará si los números telefónicos de Ferreiro, Mancuello, Bogarín y el de Soares estaban en el mismo lugar.
Soares manifestó que esa ocasión fue la última vez que tuvo comunicación con el intendente de Asunción. Agregó que, un mes después, la ex diputada Rocío Casco y Aureliano Servín visitaron a Alfredo Guachiré pidiéndole alguna “cosa que incriminara” al ex aliado de Ferreiro, conversación que fue grabada.
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El político socialista indicó que en ese momento sus dos informantes no quisieron realizar una demanda por temor a las faltas de garantía en el sistema judicial, pero que tanto Florentín como Guachiré decidieron presentar las pruebas luego de que también fueron amenazados.
Además de Ferreiro, Soares dijo que varios concejales de la Comuna capitalina también tenían conocimiento de la rosca mafiosa.
Tras la investigación, el Ministerio Público decidió imputar al ahora ex jefe de Gabinete, Carlos Mancuello, y al funcionario Víctor Ocampos por lesión de confianza y tráfico de influencias.
Entretanto, el director de Recursos Humanos, Aureliano Servín, y la ex diputada Rocío Casco fueron imputados por tráfico de influencias, coacción y coacción grave. Por su parte, Alberto Ferreiro Paz y Fernando Ferreiro Ayala fueron imputados por tráfico de influencias.