René González Ramos, Kiara Coronel y Carlos Aquino
Un largo camino de tierra colorada que parece no tener fin forma parte de la ruta hacia la escuela de niños del distrito de San Vicente Pancholo, en San Pedro, a cientos de kilómetros de la ciudad principal.
Las ganas de ir a estudiar los llevan a caminar incalculables kilómetros; algunos van hasta sin calzados o en zapatillas.
Allí estudian entre escombros, obras paralizadas y clases bajo árboles en la escuela Pablo Ybáñez. Una institución educativa en ruinas donde los niños solo tienen la oportunidad de estudiar hasta el sexto grado. “Hay niños que no comen para venir, porque no les da el tiempo. Para llegar a la escuela tienen que caminar cuatro horas, haga frío o calor. A veces tenemos que juntar platita para comprarles coquito al menos”, relató la profesora Bernardina Morel.
Solo en San Pedro, más de 200 escuelas quedaron con la construcción a medio terminar debido a un programa del Ministerio de Educación, conocido como Cepra, que se inició con Nicanor Duarte Frutos, pero luego se cortó.
En general, el 70% de los centros educativos públicos de San Pedro se encuentran con graves falencias de infraestructura y el olvido de quienes administran los recursos de la educación paraguaya.
NECESIDADES. De entre los matorrales de la ciudad de Lima, salen los alumnos para ir a la escuela Marcelino Machuca, ubicada a metros del centro de la localidad. Algunos salones del establecimiento están clausurados por riesgo de derrumbe. Pero otras salas de clase son utilizadas, pese al desprendimiento de tejas que representan un peligro para los chicos y sus docentes. Los maestros comentaron que aguardan obras de parte del municipio local, que aún no respondió a la microplanificación. En el distrito de Tacuatí, la escuela Brígida de Barudi es otra de las olvidadas por el Estado. Allí comentaron que el MEC promete obras desde hace 2 años.
LAS CIFRAS
70 por ciento de las 750 escuelas de San Pedro tienen problemas graves de infraestructura. Le siguen Central y Caaguazú.
69.887 niños en edad escolar están en pobreza o pobreza extrema en San Pedro, según la Encuesta Permanente de Hogares.
Monta casa en escuela para no viajar 96 km ida y vuelta
Una de las precariedades de San Pedro es la labor del docente, que además de dar clases bajo árboles, en aulas pequeñas y sin las condiciones mínimas, deben emprender largas distancias para asistir hasta la escuela.
Es el caso del profesor Miguel Morínigo, quien vive a 96 kilómetros de la escuela Brígida Miranda de Barudi en Tacuatí. Para evitar el viaje diario de ida y vuelta en moto, el educador armó una pequeña vivienda en el predio de la institución educativa de gestión oficial.
“Ir y venir en moto todos los días me costaría G. 50.000, casi la mitad de mi sueldo”, afirmó. Por la distancia, vive lejos de su familia, que lo aguarda los fines de semana en su ciudad de origen. Es catedrático y tiene alrededor de 200 horas cátedra a un promedio de G. 15.000 por cada hora.
Eso no es todo. En el pequeño hogar, que se encontraba cerrado bajo llave a la hora de nuestra visita, residen otros dos profesores en la misma situación. Estas pequeñas viviendas son conocidas en el interior de la República como “casas del maestro”. “Los docentes somos de todo, pintamos, construimos, debemos ser modelo para los niños en la comunidad”, aseguró el educador, quien lleva casi 20 años en la docencia.
“La emergencia es una burla”
Para la dirigente de la Organización de Trabajadores de la Educación (OTEP - SN), desde el MEC no avanzan las obras del plan 676, principal proyecto de la entidad, que debe ser financiado con USD 73 millones de los Fondos de Excelencia.
Este programa está pendiente desde hace cuatro años, pero se reimpulsó con la declaración de emergencia educativa en infraestructura del Poder Ejecutivo en mayo del año pasado. “La emergencia es una burla por cómo se están dando las cosas, se anuncian obras, pero en el interior del país no hay obreros en las instituciones”, apuntó la sindicalista. Blanca Ávalos, sindicalista.
Riera habla de 500 clausuras
Mientras los funcionarios de la cartera educativa dicen desconocer la cantidad de instituciones educativas de gestión oficial en alerta por infraestructura, el ministro de Educación, Enrique Riera, afirmó que él sí sabe sobre la situación en las escuelas. “No tenemos los números, los datos son del año pasado”, indicaron los representantes de la cartera en visita a ÚH.
Por su parte, Riera aseguró: “De 3.801 bajó al 15% y ahora son 500 escuelas que fueron clausuradas y se trasladó a los alumnos por seguridad a galpones, iglesias, cuarteles, a cualquier lado, por la seguridad y se comenzaron a reparar las escuelas”.