Óscar Cachito Salomón, presidente de la Cámara de Senadores, explicó que se logró llegar a un acuerdo con los camioneros y aseguró que el sector se mostró conforme con la promesa de reducir en total G. 1.000 el precio del diésel común y la nafta de 93 octanos.
Hasta que el acuerdo no se concrete los camioneros seguirán apostados al costado de la ruta, pero descartaron llegar hasta la ciudad de Asunción. Un sector sentó postura en contra del proyecto para subsidiar el combustible.
“Este acuerdo a que llegamos, que se va a rectificar con una ley, va a exigir que se vuelvan a hacer otras reuniones con los emblemas privados. Ellos están conformes, prometieron no cerrar las rutas, algunos van a acampar al costado de la ruta”, prosiguió el titular del Senado.
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La medida regirá por un plazo de 60 días. “Llegamos a casi el 90% del consumo y en esos valores consideramos que vamos a paliar la preocupación”, acotó.
Por su parte, el presidente de la Federación de Camioneros del Paraguay, Ángel Zaracho, dejó en claro que el paro del sector sigue y que esperarán que lo acordado con las autoridades se cumpla.
“Vamos a esperar la ley, no se levanta el paro con el anuncio de la reducción de G. 1.000. Este anuncio lo que hace es enfriar un poco la situación, pero sí o sí vamos a esperar y tomar la decisión correspondiente”, subrayó.
Las propuestas elaboradas en consenso deberán ser analizadas a profundidad y eventualmente deberán pasar por el Congreso Nacional para su aprobación.
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Los gremios de camioneros advirtieron horas antes que sitiarían Asunción desde la próxima semana si es que el Gobierno no accedía a sus reclamos. Por su parte, los sindicalistas de Petropar hablaron de cerrar la planta de Villa Elisa desde el lunes, para exigir que la petrolera estatal retome el control del mercado local de combustibles.
El Gobierno planteó inicialmente la ejecución de un préstamo de USD 100 millones para la creación de un fondo de amortización de los precios, pero la medida recibió un fuerte rechazo en el Senado.