Por Elías Cabral | Curuguaty
Los pobladores fueron alertados a través de la bomba doce por uno, que sirve como alarma en la comunidad, para congregarse inmediatamente frente a la propiedad, ante la presencia de la máquina fumigadora.
Melgarejo señaló que el personal logró fumigar una vuelta, pero que posteriormente lo expulsaron del lugar, ya que toda la comunidad está decidida a resistir, indicó.
Agregó que el fiscal José Zarza había librado oficio para que 9 personas de la comunidad compadezcan ante la unidad fiscal sobre supuestos delitos de coacción, amenaza de hechos punibles por oponerse a la fumigación.
Los agricultores objetan que el fiscal no haya tenido en cuenta las violaciones de los delitos ambientales.
Las plantaciones de soja pertenecen a Cristino Eder Menuzzi, a quien el juez José Benítez había concedido días atrás una medida cautelar con custodia policial a la propiedad, para garantizar que se pudiera seguir fumigando en su propiedad.