La movilización de los campesinos de realiza luego de que el Poder Ejecutivo vetara el proyecto de ley que desafecta 1.748 hectáreas de una finca del distrito de Curuguaty, que está a nombre del Ministerio del Ambiente y las transfiere a favor del Indert.
Son unas 160 familias las que piden que las tierras, que fueron escenario de la masacre de Curuguaty, sean transferidas en torno a la reforma agraria.
Martina Cardozo, una de las lideresas campesinas, cuestionó que el Ejecutivo haya vetado la normativa que les permitiría mejorar sus condiciones de vida.
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“Nuestras tierras nos dan de comer. Habrá pobreza con esta situación. Este es un atropello a nuestros derechos. No se entiende cómo pudieron rechazar la transferencia”, dijo a NPY.
El proyecto fue presentado en el Senado y el presidente de la República, Mario Abdo Benítez, se había referido a la propuesta como una reivindicación para los campesinos de la zona de Marina Cué. Sin embargo, después lo vetó.
Estas tierras fueron escenario de la masacre del 15 de junio de 2012, donde 11 campesinos y seis policías murieron en un enfrentamiento. La masacre derivó en la destitución de Fernando Lugo como presidente de la República. Actualmente, las tierras son ocupadas por varias familias.
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Como compensación, el Gobierno –según anunció la presidenta del Indert, Gail González– propone un nuevo proyecto de ley para destinar 806 hectáreas no boscosas de la reserva Yberá a un asentamiento campesino.
El Congreso Nacional deberá decidir si acepta o no el veto del Ejecutivo y algunas bancadas ya anunciaron su apoyo hacia el rechazo.