Justin Trudeau añadió durante una conferencia de prensa en Ottawa que las autoridades canadienses creen que el supuesto derribo del avión ucraniano “pude haber sido no deliberado”.
“Tenemos inteligencia procedente de múltiples fuentes, incluidos nuestros aliados y nuestra inteligencia. La evidencia indica que el avión fue derribado por un misil tierra-aire iraní”, explicó Trudeau.
El primer ministro canadiense evitó contestar directamente la pregunta de los medios de comunicación si Canadá consideraba a Estados Unidos el responsable último del accidente, de confirmarse que el avión ucraniano, en el que viajaban 63 canadienses, fue derribado por un misil iraní.
“Es una de las muchas cuestiones que la gente puede tener”, dijo inicialmente Trudeau, para añadir posteriormente que es demasiado pronto para asignar responsabilidad. Pero el primer ministro tampoco rechazó de forma abierta la posible responsabilidad estadounidense.
El accidente, en el que murieron los 176 ocupantes del avión, se produjo poco después de que Irán lanzase decenas de misiles tierra-tierra contra dos bases militares en Irak utilizadas por Estados Unidos en represalia por el asesinato del general iraní Qasem Soleimani en una operación militar de EEUU.
Trudeau se limitó a señalar que la información preliminar que posee Canadá “refuerza la necesidad de una profunda y completa investigación” del accidente y que Irán permita el acceso a investigadores canadienses.
El primer ministro canadiense confirmó que Irán no está permitiendo que investigadores canadienses participen en las labores para esclarecer las causas del accidente.
“Estamos trabajando con los investigadores de Ucrania y seguimos solicitando que Canadá esté implicada. Seguiremos esa conversación”, dijo Trudeau, que mencionó la llamada telefónica que los ministros de Asuntos Exteriores de Canadá e Irán mantuvieron en la madrugada de hoy para tratar el accidente.
La rueda de prensa de Trudeau se produce poco después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declarase que él tenía sospechas de que el vuelo 752 de UIA no sufrió un accidente.
“Algunos dicen que fue mecánico. Personalmente, no creo que sea una cuestión”, afirmó hoy Trump.
En el accidente del vuelo 752 de UIA, además de los 63 canadienses, entre las víctimas hay 82 iraníes, 11 ucranianos (dos pasajeros y nueve tripulantes), 10 suecos, cuatro afganos, tres alemanes y tres británicos.
El Boeing 737-800 con destino a Kiev salió del aeropuerto internacional iraní Imán Jomeiní en la madrugada del miércoles y minutos después del despegue se estrelló contra el suelo.
Canadá es hogar de más de 250.000 personas de origen iraní. Muchas de las víctimas canadienses del accidente del avión de UIA eran familias y estudiantes que regresaban a Canadá tras pasar las vacaciones navideñas en Irán.
Ucrania pide acceso a investigación
Entretanto, el representante de Ucrania ante Naciones Unidas, Sergiy Kyslytsya, aseguró este jueves ante el Consejo de Seguridad que ha solicitado a Irán “acceso total” a las investigaciones sobre el accidente del avión ucraniano en el que murieron 176 ocupantes y pidió que se eviten las “especulaciones”.
“Hemos insistido a Irán en que nos dé acceso total a las investigaciones y a los materiales de la investigación e insto a todo el mundo a evitar las especulaciones”, dijo el viceministro de Exteriores de Ucrania en una reunión del Consejo de Seguridad sobre el mantenimiento de la paz internacional.
La caída del Boeing 737-800 de la aerolínea Ukraine International coincidió con el bombardeo de Irán contra dos bases en Irak que alojan a tropas estadounidenses y al tratarse de un avión ucraniano han circulado especulaciones de que el aparato podría haber sido derribado.
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“Las circunstancias de esta catástrofe continúan siendo inciertas. Es el momento de que los expertos lo investiguen y que encuentren respuestas a la pregunta de qué causó el accidente. Para hacer eso, nuestros expertos necesitan recibir apoyo incondicional para su investigación del accidente”, dijo Kyslytsya.
El Boeing 737-800 con destino a Kiev salió este miércoles del aeropuerto internacional iraní Imán Jomeiní y minutos después del despegue se precipitó al suelo.
Aunque inicialmente las autoridades ucranianas dijeron que el accidente había sido fruto del fallo de uno de los motores de la aeronave, Kiev posteriormente eliminó esa declaración y pidió cautela mientras se investigan las causas de la mayor catástrofe aérea en la historia reciente del país.
Las autoridades ucranianas han apuntado que, además de los 63 canadienses, entre las víctimas hay 82 iraníes, 11 ucranianos (2 pasajeros y nueve tripulantes), 10 suecos, 4 afganos, 3 alemanes y 3 británicos.