El debate generado por la ausencia del presidente venezolano, Hugo Chávez, en su acto de investidura el pasado día 10 a raíz de su convalecencia en Cuba llegó hoy por primera vez a la OEA, en forma de un intercambio sin decisiones ni propuestas formales pero en el que pudieron observarse las posiciones de los países del continente.
El embajador de Panamá ante la OEA, Guillermo Cochez, se encargó de sacar el tema al término de una sesión ordinaria del Consejo Permanente, pero fue el representante de Canadá, Allan Culham, el único que planteó una posible acción.
“Canadá quisiera presentar la posibilidad de una misión para poder ver los hechos, dirigida por el secretario general, como se hizo en Paraguay. Esta misión se puede considerar como una mejor práctica de la OEA para poder analizar los asuntos de gobernanza en el país”, indicó Culham.
Debido a que no se encontraba en la agenda, el reglamento de la OEA no permite tomar por el momento decisiones sobre esa idea, a no ser que Canadá u otro país decida presentar una propuesta formal en la próxima sesión del Consejo, que aún no tiene fecha.
Durante el debate no hubo expresiones de respaldo a esa propuesta, pero Cochez consideró a la salida de la reunión que “lo que planteó Canadá sería una forma de aclarar lo que está ocurriendo” en Venezuela.
El embajador panameño se mostró irritado por el comunicado que emitió Insulza el pasado día 10, cuando indicó que “respeta cabalmente” la decisión tomada por el Tribunal Superior de Venezuela para postergar indefinidamente la toma de posesión de Chávez, y consideró que ya se ha “resuelto el problema”.
Según Cochez, Insulza “se ha precipitado a convalidar una serie de eventos sin precedente histórico”, por lo que “la OEA entera se ha visto cómplice involuntaria de una potencial violación de claros preceptos de la Carta Democrática Interamericana”.
“De no hacer nada, deberíamos ir clausurando ordenadamente y para siempre esta organización”, advirtió Cochez.
Tras la reunión, el embajador aseguró a Efe que Panamá “no va a presentar ninguna iniciativa concreta” ante la OEA.
“Simplemente creíamos necesario plantear ante este Consejo que no estábamos de acuerdo con las opiniones del secretario general de la OEA, que no es quién para hablar a nombre de todos los miembros, haciéndose de una responsabilidad que no le corresponde: interpretar la Constitución de uno de nuestros países”, indicó.
Cochez también señaló el “derecho inalienable del pueblo venezolano de conocer los detalles de la salud de su líder”, y pidió que no se abuse de la Constitución de los países “ni siquiera en la enfermedad”.
Su intervención desató un tenso enfrentamiento con el embajador venezolano, Roy Chaderton, quien atribuyó las acusaciones a una “alocada, persistente y patológica cadena de intromisiones en asuntos de democracia interna venezolana” que Panamá mantiene desde hace “tres años y medio”.
Chaderton argumentó que esas acciones obedecen a las órdenes que recibe “detrás de bastidores” de “la voz del amo”, en una aparente referencia a EE.UU., al que Venezuela acusa de querer dominar la OEA.
“Usted no es un político, ni un diplomático ni un caballero. Usted es un patán. Y para colmo, usted es muy mal pintor”, dijo Chaderton a Cochez.
También le acusó de “falta de cojones”, recordando una famosa frase de la exsecretaria de Estado de EE.UU. Madeleine Albright, y aseguró que mantiene contactos “conspirativos con fascistas venezolanos”.
Brasil, Bolivia, Argentina y Nicaragua entraron en el debate para opinar que una acción de la OEA supondría una injerencia en los asuntos internos de Venezuela.
“La situación en Venezuela no amerita ninguna intervención por parte de esta organización, puesto que el orden democrático del país está perfectamente asegurado”, dijo el representante alterno de Brasil, José Wilson Moreira.
Mientras, la embajadora de EE.UU., Carmen Lomellín, reiteró que Washington “no interpretará la Constitución de Venezuela” porque eso “corresponde al pueblo” de ese país, pero sugirió que se haga “un análisis profundo de la Carta Interamericana”.
Insulza, por su parte, evitó hacer comentarios al respecto, pese a que la semana pasada recibió una petición formal de la alianza opositora venezolana Mesa de la Unidad Democrática (MUD), que pidió una sesión extraordinaria del Consejo Permanente sobre Venezuela.