Un caso que sobrellevan seis víctimas, pero que movió a varias articulaciones de mujeres en la búsqueda de justicia y la erradicación de todo tipo de violencia hacia las mujeres en un claro mensaje de “No están solas”.
Es una buena forma de retomar el impulso hacia la reivindicación de nuestros derechos como previa al Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres que nos llama nuevamente a las calles este sábado.
En cambio, el caso que no avanzó es la demanda por injuria impulsada por otro gerente de Canal 9, Marcelo Fleitas, en contra de Angie Prieto, cuando, en realidad, es una represalia por haberse sumado a las protestas de las trabajadoras del medio en solidaridad con las víctimas de Granada. Como la empresa no podía despedirla directamente por gozar de estabilidad laboral, recurrió al sistema de justicia como forma de amedrentamiento, mientras que a trabajadoras con menos de 10 años de antigüedad sí las despidió con poco trámite y ante un Ministerio de Trabajo complaciente con el sector empleador.
El juicio por el caso de Angie debía ser ayer, pero se suspendió por segunda vez. La magistrada Mesalina Fernández atribuyó a una sobrecarga de trabajo y una superposición de otro juicio que llevaba adelante a la misma hora, desnudando otra realidad del sistema judicial.
El Gobierno puso mucho de su parte para que avanzara la persecución y despido masivo de las trabajadoras de Canal 9 que simpatizaban con las víctimas de Carlos Granada. Revista Emancipa y la Red de Mujeres Periodistas y Comunicadoras del Paraguay (Rmpcp) revelaron que cuando Carla Bacigalupo se desempeñaba como ministra de Trabajo sobreseyó a Canal 9 de todas las irregularidades que se habían detectado, solo un mes antes de las elecciones.
Impunidad. El juicio oral que enfrentará Carlos Granda es un paso importante, pero aún no está garantizada la justicia. Su abogado, Álvaro Arias, es un experto en chicanas, hasta el momento no expuso argumentos que validen la inocencia de su cliente, solo recursos de dilación, en la búsqueda de una libertad basada en el desgaste de todo el sistema judicial y de las víctimas. Ellas urgen cerrar el caso y sanar, con un potente respaldo de mujeres que no descansarán hasta que el país sea seguro para todas.
No olvidemos el caso de Alexa, que podría pasar a instancias internacionales porque a pesar de probarse el acoso sexual, el sacerdote Silvestre Olmedo fue sobreseído. Alexa pasó por dos juicios y casi 7 años después su denuncia quedó en la impunidad con el respaldo de la Iglesia Católica y el sistema de justicia. El mensaje que dejó es grave, porque desalienta a las mujeres a denunciar los casos de acoso, pero la lucha de Alexa y de los colectivos de mujeres, entre ellos el Consultorio Jurídico Feminista, también llama a seguir peleando por nuestros derechos.
Violencia digital. Las protestas colectivas no son un capricho o una forma de perder el tiempo, representan un esfuerzo respaldado en la sororidad y sed de justicia por nosotras y todas las que nos antecedieron. Además, los datos respaldan esta lucha.
Mediante una encuesta realizada en el 2022, la Rmpcp encontró que seis de cada 10 mujeres que se dedican a la comunicación sufrieron acoso sexual y mobbing a lo largo de su carrera profesional, mientras que un reciente estudio de Tedic sobre violencia digital reveló que las periodistas enfrentan 12 formas específicas de agresiones en línea, desde insultos y amenazas hasta difamación y exposición de información personal. Son atacadas de manera desproporcionada con relación a sus colegas masculinos, mayormente de parte de agresores anónimos, trolls, grupos antiderechos y autoridades del Estado.