Al respecto, el canciller nacional, Rubén Ramírez Lezcano, afirmó que el Gobierno persiste en conocer de parte de Brasil todo lo concerniente al presunto hackeo y que solo luego de restablecer esa confianza allí abordarán la negociación del Anexo C.
“Informamos a los representantes de nuestra ciudadanía que los intereses nacionales están resguardados y tenemos una visión de las negociaciones y deseamos que estas puedan reinstalarse rápidamente”, señaló al recordar que por instrucciones del Gobierno se suspendió la negociación del Anexo C referente al Tratado de Itaipú.
“Una vez que recibamos la respuesta la vamos a evaluar y sobre la cual vamos a actuar. Sobre la base de esa respuesta, vamos a seguir conversando”, destacó.
Añadió que así como se solicita conocer los detalles que brinde el vecino país sobre la presunta acción de espionaje, también a nivel local se llevan a cabo gestiones que aclaren lo sucedido.
Reiteró no tener “información sobre cuáles fueron los fines (del espionaje). Estamos esperando esa respuesta. Lo que nosotros sí tenemos la seguridad es que la integridad de nuestras negociaciones están preservadas”, respondió el ministro.
Sobre la acción de supuesto hackeo señaló que se hicieron los trámites de rigor en las instancias correspondientes. “Involucramos a la Fiscalía de Delitos Informáticos, al fiscal de Asuntos Internacionales, y esa investigación también se está desarrollando en nuestro país”, señaló.
Por otro lado, negó rotundamente que la dilación de la negociación del Anexo C vaya en beneficio de Brasil y en detrimento del Paraguay.
“Nosotros acordamos tratarlo en mayo y tenemos acordada la tarifa hasta 2027”, señaló.
Reunión con su par. El ministro Ramírez Lezcano manifestó que hoy se reúne en Buenos Aires con su par brasileño para conocer acerca del avance del pedido solicitado por el país.
“Acordamos reunirnos con el canciller brasileño, previo a la reunión de cancilleres”, expresó.
A su turno, los diputados que presenciaron la reunión dijeron que el ministro de Mitic, Gustavo Villate, afirmó que no se detectaron vulneraciones del espectro cibernético estatal.
De hecho, las primeras informaciones hablan de que el Brasil tenía la intención de espiar a funcionarios que podrían sentarse a negociar el Anexo C. No obstante, aseguran que esto no se consumó según se informó a los diputados presentes.
El impasse se dio a partir del espionaje llevado a cabo por la Agencia Brasileña de Inteligencia (Abin) para acceder a información confidencial.