El tiempo de reflexión y de fortalecimiento de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), liderado por México, tuvo sus frutos a juzgar por la concurrencia que registró el sábado en la 21ª Reunión de Cancilleres, en la que el Paraguay, luego de algunos años, volvió a estar representado por un ministro de Relaciones Exteriores. Allí estuvo el canciller Euclides Acevedo, que como jefe de la diplomacia paraguaya, que asumió en enero, necesita darse a conocer en estos ámbitos y a la vez auscultar en qué estado se hallan estos espacios de integración.
El diario El País de España tituló sobre la 21ª Reunión de Cancilleres: “México apuntala la Celac y relega a la OEA en plena confrontación con Almagro”, resaltando que la diplomacia mexicana impulsa el organismo del que es presidente temporal “en detrimento de la Organización de Estados Americanos, que pierde fuelle ante el personalismo de su líder”, por el uruguayo, Luis Almagro (ex canciller del presidente Alberto Mujica), en la secretaría general de la Organización, desde 2015.
La Celac fue fundada en 2010, a iniciativa de México, y tuvo representatividad sobre todo cuando coincidieron varios gobiernos de izquierda en el continente, pero al pasar el tiempo de estos dejó de ser un espacio de interlocución. Tanto, que la última Cumbre de Jefes de Estado que se celebró fue en 2017.
Esta última reunión de cancilleres fue preparatoria de la próxima Cumbre de Jefes de Estado que la Celac tiene marcada para setiembre próximo. En la apertura de la reunión del sábado, en la que participaron 25 cancilleres, más viceministros de Exteriores y embajadores, el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, resaltó que si antes de la pandemia se proponía que esta comunidad fuese el instrumento principal de cooperación de América Latina y el Caribe, “estamos en camino sin duda de lograrlo y de consolidar el camino”, expresó optimista tras enumerar muestras de solidaridad que hubo entre países de la región para obtener las vacunas contra el Covid-19. En setiembre los jefes de Estado tienen que decidir quién sustituirá a México en la presidencia de la Celac. y cómo fortalecerla.