La Cancillería se pronunció ante la información de que el ministro de Hacienda, Benigno López, hermano del actual mandatario, haya participado en una reunión clandestina con el hijo del presidente brasileño Jair Bolsonaro, Eduardo Bolsonaro, en la Embajada paraguaya en el Brasil.
Esta versión surgió de boca de la diputada del Partido de los Trabajadores (Brasil), Gleisi Hoffmann, quien habló sobre la crisis de Itaipú en el Congreso de su país.
Hoffmann manifestó que la reunión se mantuvo, supuestamente en el mes de marzo y que también participaron representantes de la empresa Leros, firma que pretendía sacar beneficios en el acuerdo sobre Itaipú.
Ante esta nueva vinculación, el titular de la cartera fiscal dijo que no siquiera conoce a Eduardo Bolsonaro.
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La institución, mediante un comunicado, aclaró que el pasado 12 de marzo fueron acreditados funcionarios de la Embajada ante el Gobierno brasileño, para acompañar la delegación en ocasión a la visita de Mario Abdo Benítez al Brasil.
“Se desmiente categóricamente que alguna autoridad o representante del Poder Ejecutivo nacional haya mantenido reuniones reservadas o secretas con autoridades o empresarios brasileños en la sede de la Embajada paraguaya en Brasilia”, cita el comunicado.
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La Cancillería indicó que todas las reuniones oficiales entre las delegaciones paraguaya y brasileña se realizaron en el Palacio de Planalto y luego en la sede del Ministerio de Relaciones Exteriores del Brasil.
El nombre de la empresa Leros saltó luego de la divulgación de unos mensajes entre el representante paraguayo de la firma, José Rodríguez, y el ex titular de la ANDE, Pedro Ferreira, que comprometieron al vicepresidente de la República, Hugo Velázquez, con la negociación del acuerdo, con el fin de beneficiar supuestamente a Leros.
Se trata del punto 6 del acta firmada en mayo pasado, pero que finalmente no se incluyó en el documento oficial. Hasta el momento no está claro el revés en esta iniciativa que hubiera permitido a Paraguay vender energía a precio de mercado a empresas brasileñas.
Pero el primer escándalo que rodea al acuerdo tiene que ver con el compromiso de Paraguay de comprar de Itaipú más energía cara (garantizada) y menos energía barata (excedentes), lo que según técnicos significaría para el país un sobrecosto de más de USD 200 millones hasta el 2022.
La situación profundizó las crispaciones en el seno político, con amenazas de juicio político al presidente de la República, Mario Abdo Benítez y a Velázquez, además de denuncias por traición a la patria contra varios y la renuncia de autoridades.