En una extensa sesión especial, en la sede de Washington, ambos candidatos dispusieron de 20 minutos para exponer sus ideas, propuestas y plan de acción, y luego se sometieron a unas cinco rondas de preguntas de los embajadores de los Estados miembros, representantes permanentes ante la OEA. Preguntaron desde cómo superar el problema financiero, hasta qué posición tienen sobre los derechos a la inclusión de la comunidad LGBTI+; el cambio climático y China. La posición sobre Venezuela, Cuba y Nicaragua.
Ramdin resaltó que si bien históricamente se ha percibido a la OEA principalmente como un organismo político, ahora es el momento de hacer un cambio hacia una organización más orientada a la acción y con mayor impacto social. Esto requeriría una organización financieramente sólida, que esté presente y sea visible en todo el mundo.
A propósito de este tema, Ramírez Lezcano resaltó que el presupuesto de la organización debe ser sincerado y mejorado de manera que responda a los objetivos institucionales, así como a un funcionamiento efectivo. “Queremos abrir un diálogo franco con los países miembros para afrontar la difícil situación financiera”, dijo.
Ramdin fundamentó la fortaleza de su candidatura en la experiencia y conocimiento que tiene de la Organización, considerando que fue secretario general adjunto entre 2005-2015. Ramírez, en su trayectoria en organismos multilaterales, capacidad de diseñar plantes y su experiencia en el sector público-privado. Un punto resaltante fue que más de un embajador del país caribeño anunció que los 14 países que conforman la Comunidad del Caribe (Caricom) apoyarán a Ramdin.