Esta es la situación que pintó ayer el dirigente y productor cañero de la localidad de Iturbe, Francisco Acosta, sobre las expectativas que tienen en la zona luego del pedido de quiebra de la azucarera que impulsó la Procuraduría General de la República.
Apuntó que en Iturbe solo hay silencio. “Ape ndaipori mba’eve (aquí no hay nada). Silencio en la fábrica donde hay cuatro o cinco personas de seguridad”, apuntó Acosta.
Añadió que los directivos ya ni aparecen por el lugar. “Nosotros lo único que nos enteramos a través de la prensa es que el Gobierno busca acelerar la quiebra para que lo antes posible los acreedores se pongan de acuerdo para reactivar la fábrica”, recalcó.
Subrayó que no saben cómo podría terminar la empresa porque tiene muchas demandas judiciales y que si los Codas Friedmann siguen, no habrá posibilidades de revivir la fábrica.
“Desde mi punto de vista, la mayoría de los obreros y cañeros ya no quieren saber nada de trabajar con Fernando Campos, que es uno de los accionistas con los Friedmann. También está un grupo que responde a ellos que se movilizó para reactivar la fábrica pero no tuvieron poder de convocatoria”, enfatizó.
Acosta dijo que así como se está desarrollando el proceso judicial, creen que solamente el Gobierno podría tener fuerza a nivel judicial para enfrentar el poder que tienen los mencionados directivos en el Poder Judicial de Villarrica.
Indicó que la situación en la zona “es desesperante porque no hay venta de caña dulce y ya no se consiguen más cupos en las azucareras Villarrica y Tebicuary; por eso es que si se reactiva Iturbe podemos alcanzar a vender algo en noviembre y diciembre”.