Marisol Ramírez
Impotencia y frustración son algunas de las palabras que describen parte de la lucha de personas que padecen un dolor crónico y los familiares de las mismas.
Esta lucha tiene que ver con que, al no encontrar una mejoría en la medicina tradicional, buscan alternativas como es el aceite de cannabis para el alivio; sin embargo, los costos para acceder a esta medicina son muy elevados y su acceso es complicado.
Grupos como Mamá Cultiva Paraguay, una fundación sin fines de lucro que agrupa a madres de niños con epilepsia refractaria, cáncer y otras patologías, buscan impulsar el uso del cannabis medicinal en sus diferentes formatos: resina, aceite, macerados, tinturas, pomadas, entre otros, “atendiendo a los maravillosos resultados que esta terapia ha logrado”, comenta Cynthia Fariña, directora y fundadora de la entidad.
Los pilares fundamentales de la citada fundación son el autocultivo, cultivos colectivos solidarios y elaboración de fitofármacos a bajo costo o gratuitos, y es una de las entidades que luchan en pos de la gratuidad de estas medicinas, “como establece la Ley 6007, vigente, pero que no se aplica”.
El cannabis medicinal —por ejemplo, en el aceite— se emplea para tratar diversas patologías, dolores crónicos, cáncer, epilepsia (ver recuadro), etc. Es así, que “la producción debe ser de laboratorios nacionales para distribución gratuita a quien lo requiera, acompañado de un profesional médico”, considera Fariña, y suma, “anhelamos un acceso seguro, eficaz y a bajo costo o gratuito como lo establece la ley”.
Cynthia subraya que “el dolor de las familias no puede esperar. Somos miles en todo el país que necesitamos el acceso a la medicina, como lo establece la Ley 6007 y que no se cumple. ¿Cuántos paraguayos más deben morir y seguir sufriendo dolor para que seamos amparados y protegidos?”.
SOLICITUDES URGENTES
En un escrito que se difundió en redes sociales recientemente, comunicado del Observatorio Paraguayo de Cannabis, Mamá Cultiva y la Cámara Paraguaya de Cannabis Industrial señalaron, entre otros puntos, la exigencia de que “se reconozca el derecho de las personas usuarias a poder autoabastecerse de forma segura y sin depender del tráfico ilícito”, así como el “derecho al autocultivo personal y colectivo, en las condiciones que establezcan las autoridades”, comenta Lisette Barchini.
El documento también expresa la exigencia de “la soberanía genética y el reconocimiento de que el cannabis nacional, con su contenido promedio de 10% de THC, es absolutamente válido como medicina”.
Las entidades solicitan que “se reconozcan los derechos de usuarios con fines terapéuticos a decidir el tratamiento que les convenga, que puedan cultivar su medicina, utilizar el cannabis en todas sus formas, a que se investigue”.
Uso medicinal del cannabis
El aceite de cannabis se usa para tratar dolores crónicos, cáncer, epilepsia, epilepsia refractaria, fibromialgia, endometriosis, depresión, esclerosis múltiple. Además, enfermedad de Parkinson, diabetes, VIH, alzhéimer, náuseas y vómitos, soriasis, asma, glaucoma, enfermedad autoinmune, hiperactividad, TDAH, síndrome de abstinencia, anorexia, caquexia, síndrome de Tourette, entre otras enfermedades. La Ley 6007/2017, que garantiza el uso medicinal de la planta de cannabis y derivados, hasta la fecha no se aplica.
Mamá Cultiva trabaja en sinergia con el Observatorio Paraguayo de Cannabis, que realiza investigaciones y estudios multidisciplinarios.