Un considerable volumen de agua potable es desperdiciado al brotar desde las cañerías rotas de la Empresa de Servicios Sanitarios del Paraguay (Essap) en plena vía pública. Al fluir por varias cuadras se convierte en líquido contaminado, se acumula en los hundimientos de arterias sin mantenimiento y genera un peligro para el tránsito vehicular. Esta es la realidad que se observa en varios tramos de Asunción y en ciudades del área metropolitana.
“Es la quinta vez que arreglan este caño roto. Luego tiran arena y piedra para rellenar y enseguida vuelve a destruirse. Es muy peligroso porque se frena de golpe para desviar el hoyo gigantesco”, dijo Manuel Narváez, ante el inconveniente sobre la avenida Cacique Lambaré, en inmediaciones de la subestática del distrito de Lambaré.
Este punto fue recientemente intervenido para solucionar el problema de cañería averiada. Sin embargo, no se concreta el bacheo y el hueco fue tapado solo con tierra que vuelve a dispersarse con el paso de los rodados.
En varios tramos más de la citada ciudad también se presenta este problema que expone a los conductores a posibles accidentes de tránsito. Sobre la calle Patricio Escobar casi Cacique Lambaré, por ejemplo, los vecinos señalan que hace varios meses la cañería sufre pérdidas. En la capa asfáltica se observan tres considerables pozos.
“Uno se arregló, pero quedó el pozo porque no se llegó a bachear. En los otros dos la pérdida de agua es de hace meses”, comentó uno de los frentistas.
En el caso de Asunción, en transitadas avenidas como Próceres de Mayo, continuación de la avenida Fernando de la Mora, también existen pérdidas de agua que se acumula en los baches e inunda varios tramos. “Hoy amaneció así la calle. Mi mesita tuve que meter otra vez en el patio porque cuando pasan los vehículos salpican con el agua sucia”, lamentó doña Raquel Lorenza Burián, quien vende yuyos en la vereda sobre Próceres casi Juan Zorrilla de San Martín.
Material. El gerente de la Essap, Carlos Antonio López, había señalado que no precisamente es por la antigüedad de los caños rotos, sino por el material. “Los que más se rompen son de dos pulgadas, son el 95% de los sucesos que tenemos. La mayoría son de polietileno y ahora estamos cambiando por PVC. Es el mismo diámetro, pero cambia el material. Antes era el caño negro; ahora es celeste para demostrar que es material virgen”.
Sobre las acusaciones de jefes comunales por las calles destrozadas, producto de caños estropeados, alegó que una de las causas puede ser. “Pero no solo por caños rotos se producen los baches. Hay que ver cuánto tiempo de vida útil tienen las capas asfálticas de las arterias”.
Descarga. El agua servida que fluye por las calles también es producto de empresas que arrojan sus desechos en plena calle, según denuncia de los ciudadanos. Esto es lo que se observa sobre la avenida Fernando de la Mora casi La Victoria. “Hoteles y peluquería que están más arriba largan su desagüe y se va acumulando en esta bajada. Es así los 365 días”, lamentó uno de los comerciantes de la zona.
Sobre la avenida Perú casi Ana Díaz, la fuga de agua también genera inconveniente en la circulación. La pérdida sería de una boca hidrante, pero hasta ahora nadie se hace cargo de la situación.
Don Marcial Bogarín, guardia de seguridad de uno de los locales más cercanos, comentó que hace ocho días que la calle se encuentra en esas condiciones. “Llamé a los bomberos del Mercado N° 4, pero me dicen que ellos no usaron y que vea con Essap, y ellos (por la aguatera) me dicen que es de los bomberos. Se pasan la pelota y nadie arregla”, lamentó Bogarín.