Erno Becker, presidente de la Cámara Paraguaya de Industriales Lácteos (Capainlac), estimó que por lo menos el 10% de la producción nacional está siendo frenada por el contrabando. Advirtió que las queserías son las más afectadas por este flagelo.
En ese sentido, señaló que la única manera de frenar el contrabando es apelando a la conciencia del consumidor y de la gente que comercializa productos.
“Hay que pensar también que existe una industria nacional y que hay productores que viven del sector lechero. Tenemos una situación crítica con las queserías”, indicó a NPY y sostuvo que muchos ya quieren cambiar de rubro.
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En ese sentido, enfatizó que la preocupación del sector es el contrabando hormiga. “El mercado nacional está afectado por la inundación del contrabando”, alertó y pidió al Gobierno ayuda para la lucha contra el contrabando.
“Sé que están trabajando, pero es un complejo sistema. Tenemos que cuidar las fronteras, no hay otra salida”, concluyó Becker.
El contrabando de quesos argentinos se da, principalmente a través de canoeros que llegan sin marca y sin garantía de calidad inundan el mercado en detrimento de la producción nacional. Ante la falta de resultados de parte de los organismos de control, el sector lácteo baja sus precios para competir con los productos ilegales.