La médica veterinaria del Botánico Stella Espínola relató que aún no se sabe con exactitud si las crías son machos o hembras, y que desde el primer día de nacidos se zambulleron a nadar en la piscina para aplacar el calor, debido a que son excelentes nadadores.
“Estas últimas crías nacieron el 21 de enero, el Día del Abrazo. La anterior camada nació el 8 de agosto del año pasado y aún no tienen nombre porque no sabemos de qué sexo son porque es difícil de determinar a simple vista y tampoco les queremos estresar inspeccionándoles a fondo. Cuando son adultos son más fáciles de diferenciar porque generalmente el macho tiene una glándula en la parte superior del hocico”, comentó la profesional.
Asimismo, expresó que los dos padres de los capibaras son muy protectores e incluso se turnan a diario para cuidar de ellos.
“Entre el padre y la madre cuidan a los bebés, es increíble porque se turnan. La hembra tiene un periodo de gestación de 150 días, pero este nacimiento realmente nos sorprendió porque la primera camada tiene seis meses y los nuevos bebés ya tienen un mes, pareciera que fue en el momento exacto”, acotó.
Enfatizó que es común que dichos roedores tengan de cuatro o seis crías, incluso algunos tienen 8 retoños.
Resaltó que actualmente hay cuatro crías de carpincho en el zoológico, los de la primera camada, a los que se les conoce como A y B, y los nuevos pequeños que son las crías denominadas C y D.
“Como aún no sabemos el sexo de las crías, para que tengan sus fichas médicas e ir controlándoles les llamamos a la primera camada A y B y a los recientes C y D, para poder identificarlos”, sostuvo.
La especialista agregó que los capibaras son principalmente herbívoros y se alimentan a base de hierbas y hojas. “En el zoológico le proveemos de hierbas como alfalfa, lechuga, espinaca, acelga y ocasionalmente también comen frutas porque conviven con otras especies como el tapir y los gansos, entonces ellos también comen un poco de eso. La comida se les proporciona entre las 8:30 y 9:00, y comen una vez al día”, describió. En cuanto a los cuidados, Espínola agregó que a todos los ejemplares se les realiza la desparasitación correspondiente para evitar enfermedades.
La veterinaria destacó que los capibaras viven en el país tanto en la Región Oriental como en la Occidental y que generalmente habitan en zonas húmedas. “Los carpinchos viven en las dos regiones del país siempre cerca de arroyos o cursos de agua porque ellos se alimentan de las hierbas, los camalotes y de todos los arbustos”, acotó.
Como peculiaridad, la médica relató que en el Zoológico del Jardín Botánico los tiernos animalitos se despiertan bien temprano y les gusta disfrutar del sol, como también nadar a la siesta, para después acostarse dentro de su refugio.
“Ellos se despiertan temprano, luego en horas de la siesta todos los días entran a nadar un poco en la piscina y después salen un rato, husmean en su zona y luego vuelven a descansar en su refugio. Ellos son animales que viven en manadas”, añadió.
Animales virales. Al ser consultada acerca del porqué estos peculiares roedores se volvieron tan virales en el mundo, la veterinaria respondió que esto se dio por el hecho de que los carpinchos son animales muy dóciles con otras especies, por lo que pueden convivir sin problemas con otros animales silvestres e incluso domésticos.
Espínola resaltó que actualmente son el atractivo para los niños, que incluso llegan al lugar con peluches y mochilas del tierno animal.
NO a la domesticación. La doctora recordó que son animales silvestres y, por ende, no pueden ser domesticados ni tenerlos viviendo en una casa porque deben vivir en su hábitat natural.
“Los capibaras son la sensación del Botánico y, sobre todo, los fines de semana porque es cuando registramos mayor cantidad de visitantes. Muchos niños vienen directo con su peluche o mochila de capibaras que están de moda y quieren ver sobre todo a las crías y piden foto a sus padres”, remarcó.
Instó nuevamente a la ciudadanía a no domesticar a estos animales. “Ellos no son mascotas y tampoco hay que humanizarles. Son amigables generalmente, pero también muerden como todo animal. Si ellos se sienten amenazados, muerden fuerte porque son roedores que tienen los dientes grandes y afilados, por eso no se recomienda tenerlos de mascotas”, refirió.
Otro punto mencionado por la profesional, es que los carpinchos son animales silvestres y, por lo tanto, tienen su dieta natural, pero si son domesticados, comen otro tipo de alimentos que llegan a ser nocivos para su salud y, por lo tanto, disminuyen su tiempo y calidad de vida.
“Ellos son animales salvajes que tienen que tener su alimentación natural. Si las personas les tienen como mascotas, lastimosamente, les dan de comer dulces, hasta café con leche, y eso está totalmente fuera de lugar porque a la larga repercute en su salud y se enferman y mueren, como también viven menos de lo que deberían vivir”, refirió. Finalizó que los carpinchos o capibaras suelen vivir entre 8 y 10 años en cautiverio, y menos años en su hábitat debido a la caza de su especie.