La mujer detenida fue identificada como Isaura Sánchez Freitas, brasileña, mayor de edad, quien es esposa de Robson Lourival Alcaraz Ajala, presunto contador del clan García Morínigo, desarticulado el pasado 11 de setiembre durante varios allanamientos en Pedro Juan Caballero.
Isaura Sánchez Freitas fue interceptada cuando transitaba a bordo de un automóvil de la marca Toyota sobre la calle Choferes del Chaco de la ciudad de Pedro Juan Caballero, en el Departamento de Amambay.
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Sánchez Freitas tendría además activa participación en el esquema de lavado de activos provenientes del narcotráfico, según datos proveídos por la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad).
Se incautaron dos teléfonos celulares, varios documentos y dinero en efectivo, informó el periodista de Última Hora Marciano Candia.
Por otro lado, también se procedió a un nuevo allanamiento en la vivienda del ya detenido Julio César Duarte Servián, presunto líder paraguayo de la organización, con la intención de dar captura a su esposa. La misma no fue ubicada y queda en carácter de prófuga.
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Los intervinientes constataron que la vivienda en cuestión fue totalmente desmantelada tras el allanamiento realizado en setiembre.
La mujer fue remitida a la base de la Senad Regional 1 de Pedro Juan Caballero por disposición del fiscal Marcos Amarilla.
El caso
El 11 de setiembre pasado, la Senad detuvo a los principales líderes de la organización criminal dedicada al lavado de dinero, conocida como el clan García Morínigo.
Los detenidos fueron los brasileños Emidio Morínigo Ximénes, supuesto líder de la organización; Jefferson García Morínigo, hijo del líder y jefe; Kleber García Morínigo, hijo del líder y colaborador, y el paraguayo Julio César Duarte, propietario de casas de cambios en Paraguay.
La detención de estas personas fue realizada por agentes de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) en la Operación Status, que fue una acción conjunta sin precedentes entre Paraguay y Brasil encaminada a desarticular un poderoso esquema dedicado al narcotráfico y al lavado de activos.
A través de casas de cambios y otras empresas, con capacidad de movilizar grandes volúmenes de dinero, supuestamente se organizaba este esquema de lavado de dinero, que a su vez tenía una red de ramificaciones comerciales y financieras que inyectaban millones de dólares al sistema legal económico.