La pesca del ejemplar se dio a unos 180 metros de profundidad en el suroeste de Florida, Estados Unidos, por parte del marino Jason Boyll y el pescador aficionado, según informó el medio Clarín.
El pez fue identificado como un mero de Varsovia y según los biólogos tenía una edad estimada de 50 años, siendo la muestra más antigua recolectada para el programa de envejecimiento de la Comisión.
Asimismo, indicaron que el mero de Varsovia cuenta con una segunda espina dorsal alargada, con unas 10 espinas dorsales en total, mientras que los demás tipos de meros cuentan con 11.
Así también, detallaron que por lo general los peces adultos de este tipo se encuentran entre los 55 y 250 metros, pero los juveniles son vistos ocasionalmente alrededor de arrecifes de aguas poco profundas, como también cerca de embarcaderos en el norte del Golfo.
Desde el Instituto de Investigación de Pesca y Vida Silvestre advirtieron que el estado de la población de los meros de Varsovia en el golfo es desconocido, por lo que no fomentan su pesca.
Entre tanto, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica identifica al mero de Varsovia como una especie de preocupación, desde el año 1997, mientras que la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza ubica al mero de Varsovia como una especie en peligro de extinción.
Pese a ser un enorme ejemplar, no es el más grande capturado alguna vez, ya que la revista Sport Fishing Magazine no lo ubica siquiera en su top 10 de los meros, siendo el más grande un Mero Goliat de 308 kilos, atrapado en 1961 en Fernandina Beach, Florida.