En comunicación con ÚH, sostuvo que ya se encuentran coordinando acciones con el sector público, a través del Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa) y el Ministerio de Relaciones Exteriores, a fin de permanecer en el mercado, con el cupo de 60.000 toneladas que se comparte con otros 14 países.
“Estamos coordinando posibles visitas. El sector público va a trabajar con sus pares y nosotros con el gremio de importadores de carne vacuna de EEUU donde nos asociamos el año pasado. Si no se puede evitar que se apruebe en la Cámara de Representantes, vamos a tratar de conseguir un veto del presidente. EEUU es un país muy grande y tenemos que ser muy diplomáticos”, apuntó.
Aseveró también que les llama mucho la atención la manera en la que los legisladores de EEUU decidieron aprobar el documento y lamentó el caso, ya que sostuvo que durante años se realizaron auditarías al mercado local.
“Nosotros estamos impotentes, sorprendidos y lamentamos muchísimo lo que pasó ayer en el Senado porque en los últimos 10 años tuvimos auditorías de diferentes instituciones donde constataron que no había ningún riesgo para su mercado y ahora aprueban semejante resolución”, reclamó.
Dijo que, con el documento, los congresistas incluso dejan “ridiculizadas” a las instituciones públicas de su país, pese a que son conocidas por realizar trabajos “muy exigentes y puntillosos”.
Afirmó que desconocen el motivo principal de la decisión, pero calificó como una mera intención política de parte de los parlamentarios que representan a estados productores de ganado.
“Como están en año electoral, seguro tiene algo que ver. Pero sanitariamente no hay razones para no autorizar la importación. Nos llama la atención, no creo que el sabor o contextura haya sido la causa tampoco, porque lo que enviamos es una carne industrial para la producción de hamburguesas”, apuntó.
Crisis con Rusia. Finalmente, Ross cuestionó que las autoridades norteamericanas estén en una disyuntiva contra la importación de la carne, ya que dijo que Paraguay se adhirió al pedido de EEUU de declararnos en contra de Rusia por la invasión en Ucrania.
“Estamos sufriendo por esa declaración. Por eso más nos llama la atención porque realmente hicimos todo lo posible para reconocer el mercado. Tenemos solo cerca de tres frigoríficos que están enviando a Rusia, pero el volumen ya no es el mismo. Justamente pedimos a EEUU que tengan en cuenta eso, porque iban a completar algo de lo que perdimos con Rusia”, recordó.
Temor a carne local. El ministro del MIC, Javier Giménez, afirmó que se trata de un mero lobby de sectores productores de EEUU, que “se sienten amenazados por la carne paraguaya”. Recordó que el Ejecutivo estadounidense sí apoya la relación comercial con Paraguay, por lo que, pese a que se logre frenar los envíos, la decisión de habilitar a Paraguay es un precedente que ya quedará asentado.
“Son congresistas que dicen que la carne paraguaya es un factor de riesgo porque se produce a costo competitivo y tiene un sabor diferente. Es ese el temor de la industria local que quiere verse protegida”, aseveró. Y acotó: “En Estados Unidos hay una crisis en cuanto a identidad misma, pero los mercados entienden que el Ejecutivo ya aprobó, entienden que son senadores que no tienen ni idea probablemente de la medida, que de repente votan siguiéndoles a sus colegas porque más adelante le van a pedir otro favor. Aunque perdamos en la Cámara de Diputados, que es la próxima votación, para lo que estamos haciendo lobby ahí, el antecedente de que el Ejecutivo le dio vía libre a la carne paraguaya ya va a quedar por siempre”.
Poco después de que la Casa Blanca se haya pronunciado a favor de la importación de carne paraguaya, el Senado americano, con mayoría de 70 frente a 25, aprobó una resolución bajo la Congressional Review Act (CRA). El documento pasa ahora a la Cámara de Representantes, de donde, en caso de contar con mayoría, pasaría a su vez al presidente Joe Biden. Si decide vetar, se enviará nuevamente al Senado, donde deben contar con dos tercios de mayoría, remitiendo de nuevo a la Cámara de Representantes. Si ambas cámaras logran esa mayoría, se convertiría en ley.