El jefe de Estado fue consultado al término de una reunión con jefes militares en el Comando de Infantería de la Marina, en la mañana de ayer. No se quedó para hablar con los periodistas. Caminando escuchó la pregunta, respondió con ironía, como lo hizo en otras ocasiones, y abordó su vehículo para dirigirse a la residencia presidencial, Mburuvicha Róga.
El caso del cerro León se hizo público mediante el proyecto de prospección que presentó el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) a la Secretaría del Ambiente (Seam). El documento expresa intenciones de explotar parte del parque Defensores del Chaco para la construcción de rutas.
La Seam fue duramente criticada por los internautas en las redes sociales, por ser una de las instituciones encargadas de proteger el lugar y que, sin embargo, presentó una solicitud para revocar la sentencia que prohíbe la explotación de la reserva, donde además viven aislados nativos totobiegosode.
El abogado Maximiliano Mendieta criticó al Gobierno, porque el proyecto incluye trabajos de construcción de caminos en el área protegida, la perforación de hoyos y la detonación de explosivos.
El ministro del Ambiente, Rolando De Barros, se defendió de las acusaciones argumentando que la institución no aprobó ningún dictamen y que el MOPC solo quiere realizar un estudio científico en el lugar. Manifestó que la prospección se realizaría en varios puntos del parque, pero a 54 km del cerro.
El cerro León está dentro del Parque Nacional Defensores del Chaco, ubicado en el Departamento de Alto Paraguay (Chaco).
El ministro de Obras Públicas, Ramón Jiménez Gaona, admitió que “puede existir la posibilidad de que el MOPC proponga la utilización de las piedras para hacer rutas”.
Sin embargo, cuando se le indicó que el parque es un lugar protegido por la ley, señaló que el uso de las piedras no implica una depredación o una destrucción. En otras palabras, el secretario de Estado minimizó el temor de organizaciones ambientalistas e indigenistas.