Cartes envió este lunes una nota al arzobispo de Asunción, Edmundo Valenzuela, en el que le informa que tomó la decisión de no presentarse, en ningún caso, como candidato a presidente de la República para el periodo constitucional 2018-2023.
“Espero que este gesto de renunciamiento sirva para la profundización del diálogo dirigido al fortalecimiento institucional de la República, en armónica convivencia entre los paraguayos”, expresó el jefe de Estado.
Mencionó que guarda en su corazón el mensaje del papa Francisco del pasado 2 de abril, quien pidió a todos los actores políticos evitar todo tipo de violencia y buscar soluciones políticas.
La misma Iglesia católica en Paraguay pidió que se respete la Constitución Nacional, en el marco del debate sobre la enmienda constitucional.
“Como Iglesia, Madre y Maestra, pedimos que se respete siempre la Constitución Nacional, que es el fruto del consenso ciudadano y que regula la justicia, como camino para la paz”, señaló monseñor Edmundo Valenzuela durante su homilía del Domingo de Pascua.
En su cuenta de Twitter, el jefe de Estado escribió que su postura es para poner al país en primer lugar.
El proyecto de enmienda constitucional que busca incluir la figura de la reelección causó una profunda división en el ámbito político y social.
Los senadores oficialistas y aliados buscaron por todos los medios imponer su proyecto para dar la posibilidad de candidatearse a un segundo periodo presidencial a Horacio Cartes y Fernando Lugo.
A través de una sesión irregular y a puertas cerradas, los parlamentarios cartistas y sus aliados (luguistas y llanistas) aprobaron la enmienda y remitieron el texto a la Cámara de Diputados, donde se quedó a la espera de la definición de la mesa de diálogo entre los principales actores políticos.
SEGUNDA RENUNCIA. Es la segunda vez que el presidente Horacio Cartes decide renunciar a la reelección presidencial. En octubre del año pasado dijo que dimitía de la posibilidad de incluir esa figura por la vía de la enmienda.
En aquella oportunidad mencionaba en su escrito que “como sociedad hemos observado que el proyecto de enmienda no logra generar consenso”. Agregaba que “las diversas interpretaciones (de la enmienda) no tienen claridad respecto de la viabilidad legal y en consecuencia, pueden dividir a la sociedad paraguaya y fracturar al Partido Colorado”.
Sin embargo, esas palabras quedaron en el olvido en los meses siguientes, cuando se agudizó la crisis por el debate de la enmienda, que también era impulsada por el Frente Guasu y el sector llanista del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA).