Rotela fue invitada por la embajada de Estados Unidos a participar en la noche del jueves del aniversario de independencia del país norteamericano. Al evento también asistió el presidente Horacio Cartes y otras autoridades.
El mandatario socializó con varios de los participantes y la dirigente de la organización Panambi aprovechó para acercarse a él.
Le pidió que investigue los casos de transexuales asesinadas y le manifestó que sería interesante que el próximo año incluya en su informe de gestión qué avances hubo en materia de derechos para lesbianas, gays, bisexuales y transexuales (LGTB) en Paraguay.
“Claro que sí, tenemos que hablar”, fue todo lo que respondió Cartes en un encuentro que duró 3 a 4 minutos, según relató Iren a ULTIMAHORA.COM.
Los crímenes
La comunidad registra 80 casos de trans asesinadas, pero pudieron documentar solo 54 para presentar en una audiencia pública ante la Corte Interamericana de los Derechos Humanos.
En el 2013, días antes de ser electo como presidente, Cartes había hecho declaraciones desafortunadas para la comunidad LGTB. En ese momento fue consultado cómo reaccionaría si su hijo le confesara que es gay y había contestado: “Me voy a pegar un tiro en las bolas, porque no comparto, me voy a pegar un tiro en las bolas, sinceramente, (a mi hijo) no le falta nada”.
Estas expresiones molestaron a las organizaciones que luchan contra la discriminación. Al respecto, Rotela explicó que la cultura paraguaya es muy difícil y que en este contexto el presidente también es “machista y egoísta”, pero que como mandatario debe velar por los derechos de todo el pueblo “y ese pueblo es diverso”, expresó.
No hay inclusión
Lamentó que la población no conoce la democracia aún, al estar invisibilizadas las voces de los trans, ya que todavía no se experimenta una inclusión real en la sociedad.
En la mañana de este viernes, la líder trans participó de una reunión en el Ministerio de Justicia, donde se empezó a trabajar en un protocolo para evitar la discriminación de transexuales privadas de su libertad. El trabajo incluye a nativos y personas con discapacidad.
La organización exige, además, que se estudie la cuestión de salud, pues en la actualidad los profesionales de blanco se niegan o no tienen voluntad de asistirles, tampoco saben cómo abordar a una persona trans y no respetan la identidad de género.