Los colorados optaron por la versión más blanda de la modificación de la ley, evitando ampliar el ámbito de acción, sanciones más duras, penalización, publicación de declaraciones y controles ciudadanos, que sí contenía la versión que unía la Iniciativa Ciudadana con otros proyectos.
La aplanadora cartista dejó de lado las demás propuestas, y atacó en particular a la Iniciativa Popular, a sus impulsores y hasta a los gobiernos anteriores, colorados y no colorados, excepto el de Horacio Cartes.
El proyecto pasa ahora para su promulgación o veto al Poder Ejecutivo. En tanto, las 54.000 firmas ciudadanas que respaldaban la propuesta ciudadana pasan al archivo del Congreso Nacional.
Debate. Durante el tratamiento del tema, dejando de lado los aspectos técnicos del proyecto de ley que se estaban debatiendo, el presidente del Congreso, el senador colorado cartista Basilio Bachi Núñez, dejó su rol y fue a su curul para exclusivamente atacar la Iniciativa Ciudadana.

Como es su costumbre, inició su alocución lanzando flores a lo que fue el gobierno de Horacio Cartes y el manejo de la función pública, y despotricó contra el Gobierno de la Alianza y de los demás colorados, para luego enfocarse en desacreditar a la Iniciativa Ciudadana, la prensa y hasta a la propia Justicia Electoral.
“Le pido a mi pariente del fraterno clan Núñez-Defelippe (por Soledad Núñez) que se saquen las máscaras, que actúen tal cual como son, como políticos. ¿Qué tenemos que esconder a la ciudadanía y decir que somos la sociedad civil”, lanzó y luego tildó al proyecto de “iniciativa popular gua’u” o “gua’u nepotismo”.
Mentira. El titular del Senado expuso un informe del Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE) sobre el control a las firmas que acumuló la Iniciativa Popular, donde se hallaron personas que firmaron varias veces, menores de edad y hasta fallecidos.
Habló de mentiras de los propulsores, pero el que mintió fue él al plantear que estas firmas entraron en la Iniciativa Ciudadana, cuando que fueron firmas excluidas del proceso mediante el control del TSJE, según aclaró a ÚH el propio director de Informática del TSJE, Fausto Von Streber, responsable del proceso.
Bachi Núñez, luego coreado por la senadora colorada ex Cruzada Nacional Norma Aquino, alias Yaminal, también atacó el hecho de que no fueron utilizadas las firmas electrónicas en el proceso, sino otros procedimientos.
Sin embargo, desde la Justicia Electoral señalaron que el Ministerio de Industria y Comercio, a través de la Dirección General de Firma Electrónica y Digital es, por ley, la entidad de aplicación de todo lo concerniente a esta materia.
Las críticas del cartismo y sus aliados despertaron la indignación de los legisladores de la oposición, quienes cuestionaron al titular del Congreso por atacar una figura consagrada en la Constitución Nacional y que representa lo que la Carta Magna define como Democracia Participativa, pero esto solo avivó el fuego de la discusión estéril que no abordada los aspectos importantes de la ley.
Anticipando lo que ya se venía, la senadora del Partido Cruzada Nacional (PCN) Yolanda Paredes advirtió que la versión Diputados no generaría ningún cambio a la situación actual.
“El proyecto de la Cámara de Diputados no tiene ninguna innovación, no se puede limitar solo una sanción, o castigamos el nepotismo o vamos a caer en letra muerta”, dijo.
Por su parte, el senador liberal Líder Amarilla señaló al Partido Colorado como responsable del 82% del descalabro que existe actualmente en la función pública, y la senadora del Frente Guasu Esperanza defendió el proceso de cambio del gobierno de Lugo, entre otras intervenciones que finalmente quedaron en aguas de borraja tras la votación.