Estas charlas se enfocaron en un problema crítico: El impacto del microtráfico y la adicción en las comunidades indígenas de la etnia Maskoy. En Puerto Casado, la preocupación por la circulación de drogas no es nueva. En diversas ocasiones, vecinos de la zona urbana han realizado protestas contra el microtráfico, alertando sobre el peligro que representa para la seguridad y el bienestar de los pobladores.
Según el presidente del Indi, Juan Ramón Benegas, el Plan Sumar es parte de un esfuerzo del Gobierno Nacional para combatir el ingreso y consumo de drogas en los sectores más vulnerables. “Nuestro compromiso es velar por el bienestar de los pueblos indígenas y fomentar políticas públicas que protejan sus derechos fundamentales”, señaló Benegas, destacando que esta iniciativa busca prevenir la adicción entre niños y jóvenes indígenas.
Durante una visita al Chaco en diciembre pasado, Benegas tuvo contacto directo con los pobladores de Puerto Casado, quienes le manifestaron su preocupación por la proliferación de sustancias ilícitas que afectan especialmente a adolescentes y jóvenes de las comunidades. Este encuentro, que ocurrió durante un bloqueo de caminos en el acceso al desembarcadero, permitió a las autoridades conocer de primera mano la magnitud del problema.
Si bien las comunidades indígenas han sido las primeras en recibir las actividades del Plan Sumar, los habitantes de la parte urbana de Puerto Casado critican la falta de un programa integral que aborde el microtráfico en el sector denominado “latino” o “blanco”. Según los pobladores, los controles realizados hasta ahora han sido insuficientes, ya que no han logrado desmantelar las redes que operan en la zona. AM