23 dic. 2024

Casi un año después, vuelven las clases presenciales en Argentina

El regreso a las aulas en Argentina será paulatino en cada distrito. Los alumnos y docentes cumplirán horarios rotativos y acortados, sin evitar aún una parte de la enseñanza virtual.

Buenos Aires. Personal de un centro educativo aplica las recomendaciones sanitarias.

Buenos Aires. Personal de un centro educativo aplica las recomendaciones sanitarias.

Las clases escolares presenciales volvieron a Buenos Aires y diversas provincias argentinas tras casi un año sin apenas actividades en los colegios por la pandemia del Covid-19, en el inicio de un curso rodeado de polémica por las diferencias políticas y sindicales ante el peligro a los contagios.

Tras las vacaciones de verano, el nuevo ciclo lectivo comenzó a desarrollarse el miércoles de forma presencial, rodeado de medidas sanitarias, en algunos niveles educativos de la capital y en Santa Fe, Santiago del Estero y Jujuy, así como con actividades de refuerzo en la provincia de Buenos Aires, mientras que el resto de distritos lo harán en sucesivas semanas hasta mediados de marzo.

“Es algo esperado por todos y todas, un regreso cuidado en la complejidad que seguimos transitando. Es una escuela diferente a la de la prepandemia, que tiene que aplicar los protocolos”, dijo a radio El Destape el ministro de Educación, Nicolás Trotta, seguro de la necesidad de lograr un equilibrio entre el derecho a la educación, la presencialidad y el cuidado de la salud.

El pasado viernes se oficializó la decisión del retorno a las aulas en todo el país, en su mayoría combinadas con la modalidad virtual, durante una reunión entre las autoridades del Gobierno nacional con los ministros de Educación de las 23 provincias y de la ciudad de Buenos Aires.

VIRTUALIDAD. La irrupción de la pandemia obligó en marzo de 2020 a suspender las clases presenciales del curso que recién empezaba en Argentina. Y si bien se optó por la virtualidad, pronto se hicieron patentes las limitaciones del formato y los desequilibrios en un país con un inmenso territorio y más del 40% de su población en la pobreza, donde no todas las familias tienen acceso a internet.

NUEVA NORMALIDAD. Ayer por la mañana, las frenéticas calles de Buenos Aires recobraron parte de la normalidad perdida hace casi un año. De nuevo, papás y mamás volvieron a agarrar de la mano a sus hijos, cargados con sus mochilas: el miércoles fue el turno de 370.493 estudiantes de educación infantil, los primeros tres grados de primaria y modalidad especial y los dos iniciales de secundaria. “Nos habíamos comprometido a empezar hoy y empezamos, pero se venía trabajando muchísimo para poder llegar a este día y tener a los chicos con la mayor presencialidad posible y de forma cuidada”, dijo en un acto el alcalde Horacio Rodríguez Larreta, opositor al Gobierno nacional de Alberto Fernández.

En las próximas semanas lo harán el resto de estudiantes en todos los establecimientos escolares públicos y privados de la ciudad, que incluyen a un total de 785.152 alumnos.

El protocolo expresa que los alumnos regresen a la escuela de lunes a viernes, al menos en una jornada de 4 horas en formato de burbujas por grado, sala, curso o año y con un ingreso a los centros de forma escalonada, cada 10 minutos, con la toma de la temperatura y aplicación de alcohol en gel.

El tapabocas es obligatorio desde los 5 años y se les da máscaras de acetato a los docentes.

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