La Fiscalía es blanco de críticas por el caso de la muerte de la joven Analía Rodas, cuyos restos fueron hallados en el patio de su vivienda el pasado lunes, tras siete meses de su desaparición.
Las fiscalas del caso Laura Ávalos y Gladys González fueron fuertemente cuestionadas a través de las redes sociales, por inacción y negligencia en la primera revisión que realizaron en la vivienda de la joven.
Para los investigadores, Fernando Rodas, hermano de Analía, es el principal sospechoso del hecho. El mismo habría confesado que cometió el crimen tras el hallazgo.
La Fiscalía anunció que, en principio, la imputación contra Rodas sería por homicidio doloso; sin embargo, finalmente se procesó al joven por feminicidio.
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En ese sentido, la abogada Mirta Moragas cuestionó que en un caso como el de Analía, cuyos restos se hallaron en condiciones particulares y con rastros de muerte violenta, no se haya investigado primero como un feminicidio y que, en todo caso, se descarte posteriormente.
“El Ministerio Público no puede descartar el feminicidio desde un inicio. Acá hay una idea de que este hecho tiene que ver solamente con las relaciones de pareja, pero en la Ley 5777 se habla de matar a una mujer por el hecho de serlo en seis circunstancias y, una de ellas es el parentesco”, explicó Moragas en contacto con Monumental 1080 AM.
La profesional reclamó que el caso de Analía Rodas presentó muchos retrasos en cuando a la comunicación hasta la Fiscalía y la realización de los procedimientos de rigor.
“No entiendo por qué desde la Fiscalía tardaron tanto y por qué no se les ocurrió que podría ser un feminicidio”, expresó la abogada.
Moragas también consideró que los investigadores deben realizar su trabajo con la debida diligencia y deben utilizar todas las herramientas que se tienen a disposición.
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La abogada ejemplificó que, cuando una mujer es asesinada tras un asalto u otro contexto similar, se trataría de un homicidio. Mientras que, cuando una mujer es víctima fatal de un hecho que implique violencia de género, se trata de un feminicidio.
“Hoy están todas las herramientas para atacar el problema de la mujer, pero en realidad hay una falta de capacitación. También tenemos la cuestión cultural, que está muy arraigada y que, independiente a las capacitaciones, no nos llevan a visibilizar el feminicidio”, precisó.
Finalmente, la profesional pidió trabajar en el problema cultural para evitar que las próximas generaciones caigan en este tipo de hechos.