“Saludo la decisión de la Corte Suprema de Paraguay en este emblemático caso. Sin embargo, 17 personas fueron asesinadas ese día, por lo que insto al Estado paraguayo a asegurar que se realicen investigaciones independientes e imparciales en relación a esas muertes”, señaló Zeid.
Ya en el 2016 el representante de las NNUU expresó su “profunda preocupación” por las condenas contra los 11 campesinos.
La dependencia de las Naciones Unidas solicita a las autoridades paraguayas investigar los hechos, incluyendo las denuncias sobre supuestas torturas y otras violaciones de los Derechos Humanos.
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Masacre

La masacre se registró el 15 de junio del 2012, durante un enfrentamiento entre campesinos y policías en un cuestionado procedimiento en una propiedad en disputa entre el Estado y la familia Riquelme, del político y empresario Blas N. Riquelme, ya fallecido.
Tras el tiroteo murieron 17 personas, 11 campesinos y seis policías. El hecho derivó en la destitución del entonces presidente de la República, Fernando Lugo, por la vía del juicio político.
Por el caso, la Justicia había hallado culpables a 11 labriegos en julio de 2016. Tras ser confirmada la pena en segunda instancia, en junio del 2017 los abogados defensores habían presentado un recurso de casación al Tribunal de Apelaciones, que fue aceptado este jueves.
En cumplimiento de una resolución de la Sala Penal, este viernes, Luis Olmedo Paredes, condenado a 20 años de prisión, y Néstor Castro, a 18 años, al igual que Arnaldo Quintana, recuperaron su libertad luego de seis años
Por su parte, Rubén Villalba continuará en Tacumbú porque enfrenta otra condena por invasión de inmueble en el caso Pindó. La defensa recurrirá a los recursos pertinentes para conseguir su liberación lo antes posible.