Colectivos feministas, senadoras oficialistas y de la oposición, así como estudiantes y artistas fueron solidarizándose con la joven paraguaya que pidió estatus de refugiada en el Uruguay, tras la orden de captura que se ordenó en su contra por el caso de compranotas en la Universidad Católica Nuestra Señora de la Asunción.
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Mientras la Justicia requiere su presencia para la audiencia de imposición de medidas, la denuncia que ella presentó en el 2014 contra su profesor Cristian Kriskovich, por acoso sexual, fue desestimada ese mismo año. En ese caso, la Fiscalía calificó los miles de mensajes que envió el abogado a su alumna como un simple “galanteo”.
Las frases: “Por qué me tenés miedo”, “Te falta hombre”, “Te escondiste hoy”, “Borrá que todos estos mensajes”, “Rompé con tu novio”, forman parte de los chats filtrados y que el artista David Amado recreó en la noche de este domingo en la fachada de la Catedral Metropolitana.
Apenas puso en funcionamiento el mapping, llegaron a las corridas efectivos policiales advirtiéndole sobre la ilegalidad de esta representación. Sin embargo, él les explicó que es un tipo de manifestación y acto efímero que no daña ninguna estructura, y los uniformados ya no pudieron contradecirlo.
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En contacto con Última Hora, Amado explicó que eligió la Iglesia por su estrecha relación con la Universidad Católica, donde la máxima autoridad es el arzobispo de Asunción, Edmundo Valenzuela, quien en una reunión había pedido a la estudiante desistir de sus acusaciones contra Kriskovich.
Además, el abogado, en representación de la universidad, es miembro del Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados (JEM) y como tal también integra el Consejo de la Magistratura, dos órganos que deciden sobre el futuro de jueces y fiscales. De ahí las críticas sobre su supuesta influencia en los casos que le afectan.
Lo que busca el artista con la proyección es “hacer un llamado a la Iglesia, que se manifieste respecto a lo que está pasando” y aclara que no es ningún ataque contra los fieles, pues defiende la libertad de culto.
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Las partes arrojan fechas distintas sobre la aparición de las denuncias de acoso y de compranotas. La defensa de la joven asegura que la última surgió como represalia de su profesor.
Fue incluida en una lista de más de 40 estudiantes que fueron imputados por producción de documentos falsos y alteración de datos informáticos. Sus compañeros pidieron disculpas a la institución y a la sociedad, logrando así terminar su carrera en otra universidad, mientras que de los tres que se negaron a esa salida, dos ya se presentaron a su audiencia, menos la joven que denunció acoso.
Ella no confía en la Justicia paraguaya y por ello se refugió en Uruguay cuando se liberó una orden de captura en su contra.
A esta causa hay que sumar la demanda que presentó Kriskovich en su contra por daños morales, porque, a pesar de haber sido desestimado el caso de acoso sexual, la estudiante insistió en las acusaciones.