Para acceder a nuevos créditos, los clientes deben pagar al menos el 50% de su préstamo anterior y, en algunas situaciones, incluso cancelarlos. Sin embargo, al cliente Ramón Ocampos le atribuyeron tres créditos que fueron concedidos entre el 2018 y 2020, lo que significó una deuda de casi G. 50 millones.
Este trámite irregular no despertó la alarma del CAH y tampoco las auditorías, hasta que se presentaron las primeras denuncias el año pasado.
El presidente del Crédito Agrícola, César Cerini, dijo que este tipo de casos se pueden registrar en cualquier actividad y que aunque la institución cuenta con mecanismos de control, “siempre está también la parte de la confianza, porque acá el comité de crédito está conformado por tres funcionarios y hay una corresponsabilidad en ellos, porque si nosotros vamos a traer todo a la central es imposible cumplir con la demanda de los clientes, ya que tenemos 80 centros de atención en todo el país”.

Estas denuncias no son atípicas en el CAH. En el 2015 hubo una serie de manifestaciones por casos similares. La administración actual tiene cuatro sumarios abiertos, suspendió a cinco funcionarios y destituyó a uno.