El militar, quien era un experto en explosivos, falleció a bordo de la camioneta en la que se desplazaba durante un operativo encubierto que se realizaba en Cuero Fresco, Concepción. Su padre señaló que la intención era introducir una bomba a un campamento de la hoy extinta Agrupación Campesina Armada (ACA).
El suboficial José Manuel González Ferreira también murió tras la explosión y Juan Manuel Jara, de la Secretaría Nacional Antidrogas, resultó herido.
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En una entrevista al programa En Voz Alta, por Monumental AM 1080, el general retirado Herminio Piñanez Balmori, padre de Enrique, dijo que su hijo fue asesinado con la misma bomba que le hicieron preparar para la operación.
Así mismo, aseguró que el Gobierno pidió ayuda a Jarvis Chimenes Pavão -extraditado al Brasil- y Jorge Rafaat -asesinado en 2016- para el operativo. “El ministro Francisco de Vargas llamó a Rafaat y este se comunicó con otros amigos que tenía para proveer una motocicleta y que el informante (de los investigadores) lleve la bomba”, reveló.
Alegó que esta información fue proporcionada por el propio Pavão, luego de visitarlo en tres ocasiones en su lugar de reclusión. "Él me contó quién le mató a mi hijo”, indicó.
El ex militar contó igualmente que su hijo le confesó a su esposa, antes de viajar, sobre la operación que tenía como objetivo introducir una bomba y explotarla a distancia.
Expresó que sabe quién tenía el control remoto al momento de la explosión, pero que se reserva la información. El hecho se registró en el kilómetro 88 de la ruta 5 Bernardino Caballero, en la localidad de Cuero Fresco, Concepción, el 26 de diciembre de 2014.