La abogada María Elisa Portillo, en representación del general Herminio Piñánez –padre del capitán de ingeniería Enrique Daniel Piñánez, asesinado en el 2014, cuando se encontraba al servicio de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC)–, recusó a la fiscala María José Abed, alegando que no movió la causa. Ahora la fiscala general del Estado, Sandra Quiñónez, deberá confirmar o no a la interviniente en dicho caso. Mientras tanto, el proceso se encuentra paralizado.
La letrada presentó la denuncia en agosto del año pasado por testimonio falso y apunta a 26 personas.
“Las declaraciones no coinciden en cómo ocurrieron los hechos, cuando fue asesinado Piñánez, tenemos identificadas a las personas que habían dado testimonio falso, pero por razones de investigación nos reservamos los nombres”, dijo la abogada en aquel entonces.
La misma también lanzó sus dardos contra el fiscal Joel Cazal, por quien dijo que procesó a miembros de la ACA estando estos muertos. Además, se opuso a que el padre de la víctima, Herminio Piñánez, sea sometido a una pericia siquiátrica.
Asimismo, la profesional del Derecho explicó que no se realizó una sola pericia.
“No se realizaron pericias del cruce de llamadas, del vehículo ni prueba de ADN, no hay nada en la carpeta fiscal”, dijo Portillo.
Antecedentes del caso. El capitán Enrique Piñánez y el suboficial del Ejército José Manuel González Ferreira murieron en extrañas circunstancias en la noche del 26 de noviembre de 2014, sobre la ruta 5, en la zona de Cuero Fresco, Concepción, cuando el vehículo en el que se trasladaban fue destruido con la detonación de una bomba.