Con mucho dolor, María Edith Franco rememoró el día en que María Sol Chávez empezó a presentar síntomas por consumir los 2 gramos de flúor en comprimido, que le recetó la odontóloga Lilia Espinoza y elaboró la bioquímica Sandra Hermosa, ambas condenadas ahora por su muerte.
El Tribunal de Sentencia condenó en la noche del último martes a las dos profesionales por homicidio culposo.
La madre de la joven agradeció a la Justicia por haber respondido a la lucha que la familia inició ante los tribunales y mencionó que “agarrados de la mano” esperaron el fallo.
“Ella estaba ahí, me decía que no me preocupe, que todo iba a estar bien”, comentó en entrevista con NPY y Monumental 1080 AM.
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Sobre este punto recordó que su hija le preguntó varias veces a la odontóloga si era correcta la dosis de 2 gramos que le recetó y que cuando empezaron los síntomas que le produjo la sobredosis, en ningún momento auxilió a su hija.
“Mi otra hija es médica, entonces ella le llamó y le atendió otra persona, que le dijo: ‘Te quiero comentar que la receta de flúor que le diste le está haciendo mal’ y ella respondió: ‘Bueno, si le está haciendo mal, que le baje la dosis’. Pero jamás se presentó a auxiliarle a mi hija. Jamás se presentó", sostuvo acongojada.
En otro momento, mientras revivía entre lágrimas paso a paso el día que ocurrió la muerte de la joven, dijo que la cantidad recetada de flúor es equivalente a “2.000 pastillas de flúor”.
“Estuvo ausente en todo momento, hasta que el cuerpo fue llevado a la morgue, tampoco se presentó", resaltó sobre Espinoza.
Detalló que la paciente fallecida desde un principio supuso que la receta le produjo malestares, indagó en internet y los síntomas coincidían. Bebió leche para hacer pasar los síntomas, pero siguió empeorando a cada minuto, señaló la madre. Posteriormente, fue hospitalizada y en cuestión de horas murió.
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“Estábamos ahí, no podíamos creer. Rogábamos, implorábamos por ella y ella falleció ahí. Desde entonces estamos en la lucha continua para hacer que llegue la justicia para Sol”, expresó.
Entre lágrimas revivió paso a paso el día que ocurrió la muerte de la joven.
El Tribunal de Sentencia, tras analizar los puntos relativos a la imposición de la pena, condenó a la odontóloga Lilia Espinoza a cuatro años de privación de libertad y a la bioquímica Sandra Hermosa, a la pena de tres años.