Los asesinatos de mujeres en América Latina han impulsado leyes para evitarlos, pero el número de crímenes de género sigue siendo alto. Además, escasean las estadísticas oficiales, se contabilizan de manera dispar y los sistemas judiciales suelen ser lentos cuando hay que procesar a un hombre por este delito.
El tema está a flor piel en Argentina donde para el próximo miércoles se convocó a una manifestación bajo el lema Ni una menos, por la conmoción que despertó en la sociedad una reciente serie de feminicidios.
Entre los casos más escalofriantes destacan el asesinato de María Eugenia Lanzetti, una maestra de kínder de 44 años, separada de un marido obsesivo que tenía orden de alejamiento y ella incluso un botón antipánico en su celular.
También aterró el crimen de una adolescente de 14 años muerta a golpes y enterrada presumiblemente por el novio que la obligó a abortar.
En el caso de Lanzetti, nada impidió que el pasado 15 de abril su ex esposo ingresara a la clase en la mañana y le cortara el cuello frente a sus alumnos en la provincia de Córdoba.
Estos macabros homicidios reflejan “una sociedad enferma de paradigmas machistas donde la mujer sigue siendo una ‘cosa a dominar’”, explicó Fabiana Tuñez, directora de la Casa del Encuentro, ONG dedicada a esta problemática.
“Frente a esto el Estado llega tarde. En Argentina sigue muriendo una mujer cada 31 horas por feminicidio”, afirmó.
La marcha Ni una menos” busca crear conciencia sobre un mal que Argentina no ha logrado frenar con leyes, ni siquiera luego de que en 2012 se agravó con cadena perpetua la pena por femicidio.
Las palabras feminicidio o femicidio no existen en el diccionario pero forman parte del código penal en 16 países de la región.
Según el Observatorio Ciudadano Nacional sobre Feminicidio de México, este crimen consiste en el asesinato de mujeres por parte de hombres que las matan por el hecho de ser mujeres: por misoginia y por sexismo de hombres que sienten que son superiores y que tienen derecho de terminar con sus vidas.
“Entre 2012 y 2013 documentamos 3.892 mujeres asesinadas en todo el país. Solo 613 fueron investigados como feminicidios”, dijo María de la Luz Estrada, coordinadora del Observatorio mexicano.