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El senador Enrique Bacchetta ha sido, con sus colegas Juan Carlos Galaverna y Silvio Ovelar, artífice del salvataje político al presidente de la República Mario Abdo Benítez cuando el juicio político estaba a punto de convertirse en su peor pesadilla. A fines de julio este parecía ser el irremediable fin, como consecuencia de la crisis generada tras la firma del acta bilateral sobre Itaipú, el 24 de mayo último.
Bacchetta y sus colegas recurrieron a los referentes del movimiento Honor Colorado, que responden al ex mandatario, Horacio Cartes, con los que, según el senador, lograron no solo la promesa de bloquear el pedido de juicio político que se encuentra planteado en el Congreso, sino que iniciar un proceso de “reintegración colorada”. Y es que para él, “guste o no, el Partido Colorado es el que tiene que sostener a un gobernante colorado”.
–Cómo se dio el acercamiento a Honor Colorado cuando estalló la crisis que hizo tambalear al Gobierno del presidente Mario Abdo Benítez y parecía un hecho que incluso este sector acompañaría el juicio político al mandatario…
–Cuando empezó el problema, siempre entendimos que el presidente de la República tenía que hablar con Horacio Cartes (HC) en forma personal, sin ningún intermediario. Pero no se podía dar de esa manera. Entonces, me reuní con los compañeros de la bancada de Honor Colorado y de Blas Llano (titular del Congreso y senador liberal). Después, cuando se dejó sin efecto el acta bilateral volvimos a reunirnos en bancada y fue cuando se le dijo al presidente que era importante que se comunicara con Horacio Cartes. Así fue como el presidente le llamó a HC y hablaron. Posteriormente, Galaverna, a través de algunos compañeros de su grupo político, contactó con Horacio y se logró la reunión en la que además de él, participamos Ovelar y yo. Esta es la cronología de los hechos.
–¿El acercamiento en este tiempo siempre fue a impulso de Añetete, no de la bancada de HC?
–Sí, siempre impulsado por nosotros. Entendimos que teníamos que hablar entre todos para lograr el objetivo de que termine el juicio político. Horacio Cartes fue el respaldo más importante que tuvo la campaña de Marito para llegar al poder. Mario Abdo ganó las elecciones gracias a la unidad del pueblo colorado. Después el presidente abrió el camino para que pudiéramos reunirnos con los compañeros a los cuales enfrentamos en las internas, y fuimos atacados inmisericordemente por la prensa. Aun así ganamos las elecciones generales. Logrado esto, un grupo planteó apartarnos de Honor Colorado y otro trabajar con ellos para fortalecer el partido y, como consecuencia, fortalecer al Gobierno.
–¿Por eso dijo que ante una crisis tan profunda como la que surgió hace semanas, era ineludible buscar a Horacio Cartes?
–Cuando se presenta la situación del acta bilateral como una traición a la patria y se instala esto, los compañeros de Honor Colorado, hablando con su líder llevan adelante el tema de que si es una traición a la patria, primero está la patria, después el partido. Por eso, inicialmente la posición de ellos fue llevar adelante el juicio político. En ese momento nosotros nos dimos cuenta que la situación era muy dura porque no reuníamos los votos para trancar un juicio político. Ante esta situación, hicimos un trabajo de acercamiento con las bancadas del Senado, entre ellas, las afines, como Patria Querida, Hagamos y, en ese momento, hasta el mismo PDP, que inicialmente manifestó que estaban de acuerdo que el juicio política se haga a Hugo Velázquez, pero no a Marito.
Eso motivó que no se llame a una extraordinaria para tratar el juicio político. No había números. Inicialmente había los votos en Diputados, pero no en Senado. Después, cuando se deja sin efecto el acta bilateral, los compañeros de HC retiraron su posición. Ahí empezamos a hablar entre ambas bancadas, lo que luego prosiguió con Horacio Cartes y siguió el viernes, con los diputados, y el lunes (por mañana), continuará con los diputados en Mburuvicha Róga.
–¿Por qué se originó una crisis tan fuerte como esta, en un tema que se venía negociando regularmente con el Brasil?
–Por una falta de entendimiento entre Pedro Ferreira, de la Ande, y su parte del Brasil, de Eletrobras. Esto no tiene absolutamente nada de traición. Siempre se han reunido para hablar de la contratación de potencia de Itaipú. Pero esta vez, hubo una desatención, una desprolijidad enorme en las altas partes. Luis Castiglioni (ex canciller) no le dio el seguimiento que le debía haberle dado.
–¿Y lo del vicepresidente Hugo Velázquez y su supuesto asesor jurídico que al final no era tal y que aparecen vinculados con una empresa vinculada al presidente de Brasil, Bolsonaro?
–Eso agregó más confusión todavía. La aparición del abogado Joselo Rodríguez refuerza mi tesis de que en realidad quien obró mal acá es el ex presidente de la ANDE. Como alguien así va a estar tratando cuestiones así con un joven. Quiere decir que este abogado manejaba alguna información importante. Por esto está muy bien la investigación de la Fiscalía, ámbito en el que debemos centrarnos. Que se investigue a cada uno de los actores y que las responsabilidades surjan de una investigación objetiva.
–¿Qué puede decir respecto a Hugo Velázquez?
–Y qué te puedo decir… Nosotros lo analizamos en el contexto de la Fiscalía. Es decir, que si de la investigación surge que él aparece involucrado en una cuestión que no corresponde, se tienen que tomar los recaudos necesarios. Si la Fiscalía cree que tiene que imputar a alguien a raíz de toda la investigación, me imagino que hará su trabajo. Por su parte, si el Gobierno quiere recuperar la credibilidad, tiene que dar señales, realizando cambios acertados en el Gabinete para lograr estabilidad, y fortalecer al Partido Colorado.